Sucesos

Muere a los 81 años Bruce Reynolds, «cerebro» del robo al tren de Glasgow

Bruce Reynolds, considerado el "cerebro"del famoso asalto al tren de Glasgow (Reino Unido) en 1963, en su día el robo más espectacular del siglo XX, falleció hoy a los 81 años, informó su hijo Nick.

Reynolds ha muerto apenas meses antes de que se cumpla, el próximo agosto, el 50 aniversario del famoso atraco, tras el que logró burlar a la justicia durante cinco años, para ser capturado en 1968 en Inglaterra, donde cumplió condena hasta 1978.

El hijo del célebre ladrón, Nick Reynolds, indicó que su padre "falleció mientras dormía en la madrugada del jueves", después de pasar "varios días sin encontrarse bien".

El asalto a un tren de correos que se dirigía desde Glasgow (Escocia) a Londres cuando se acercaba a la localidad inglesa de Cheddington se consideró el mayor robo a un ferrocarril del pasado siglo.

Por ese robo alcanzó gran notoriedad especialmente uno de los ladrones, Ronnie Biggs, que se escapó de la cárcel y fue fugitivo durante 31 años para regresar voluntariamente al Reino Unido en 2001.

El botín con el que se hicieron los ladrones, de 2,6 millones de libras (3 millones de euros), supuso todo un récord entonces y hoy equivaldría a unos 40 millones de libras (46,2 millones de euros).

Reynolds, que tras cumplir diez años en la cárcel fue liberado en 1978, volvió a terminar entre rejas durante otros tres años en los años 80 por tráfico de anfetaminas.

Entre ambos periodos en prisión, Reynolds trabajó brevemente como asesor durante el rodaje de una película sobre el famoso asalto, "Buster", y publicó "La Autobiografía de un ladrón"en 1995.

Tras el atraco, Reynolds y al menos catorce de sus cómplices se escondieron en la granja Leatherslade, cercana a Oakley (sur de Inglaterra), con el millonario botín.

Cinco días más tarde de producirse el robo, se hallaron en ella objetos con los que jugaron los fugitivos mientras se escondían de la policía, entre ellos un "Monopoly"con el que jugaron utilizando parte del botín y que quedó impregnado de las huellas dactilares que luego sirvieron para atraparles.

Aunque en un principio la banda pensó que todo estaba calculado hasta el más mínimo detalle, numerosos errores terminaron delatando a los atracadores.

En total, quince hombres fueron detenidos por el asalto y doce de ellos terminaron en la cárcel mientras que otros lograron fugarse.

El propio Bruce Reynolds vivió cinco años escondido entre México y Canadá hasta que se le acabó el dinero y volvió al Reino Unido a cumplir una condena.