Vacaciones

¡Niños en el agua! ¡Cuidado!

Los ahogamientos en piscinas son la tercera causa de muerte infantil en el mundo. A ello se suman también ancianos, sobre todo en playas. Acabar con estas estadísticas está en nuestra mano

¡Niños en el agua! ¡Cuidado!
¡Niños en el agua! ¡Cuidado!larazon

Los ahogamientos en piscinas son la tercera causa de muerte infantil en el mundo. A ello se suman también ancianos, sobre todo en playas. Acabar con estas estadísticas está en nuestra mano.

El problema está vigente durante todo el año, pero con la llegada del verano adquiere protagonismo: a falta de datos oficiales, los expertos en gestión de ámbitos acuáticos aseguran que, por ejemplo, en 2015, murieron en España cerca de 500 personas en piscinas públicas y privadas, en parques acuáticos y en las playas de todo el litoral español. Unas cifras que varían año tras año, pero que en general se mantienen ante la falta de prevención. Los perfiles más vulnerables son los niños varones de uno a cuatro años de edad y los adolescentes de entre 14 y 19.

La principal causa es el baño en zonas sin vigilancia además de la falta de atención de los progenitores con menores, la natación en aguas peligrosas o bajo los efectos del alcohol. Las personas mayores son las más afectadas, aunque las muertes de niños «son las totalmente evitables» y achacables casi siempre al descuido de los padres. Cada temporada, todas las comunidades autónomas inician campañas de información y seguridad para concienciar a los bañistas. Con desigual éxito. Algo que no solo depende de los planteamientos de esas comunidades. También –y fundamentalmente– de las propias poblaciones, de los ciudadanos, a quienes van dirigidas las campañas. Todas recomiendan respetar las banderas que advierten del nivel de riesgo de baño en el mar, seguir las normas de seguridad establecidas y las indicaciones de los socorristas. En este punto entra en juego la libertad de las personas y la imprudencia de los bañistas al desobedecer estas recomendaciones.

Estas imprudencias tienen resultados fatales con variadas lecturas. Desde los ancianos que fallecen al adentrarse en el mar o en las piscinas por fallos cardíacos –fundamentalmente–, hasta padres irresponsables que no observan a sus hijos cuando se adentran en el mar o en una piscina y lo porfían todo al cuidado de los salvavidas. Caso especialmente lastimoso es el de los padres que dejan a sus hijos –de muy corta edad– dentro de los vehículos aparcados en la calle bajo un sol inclemente. Otro lastimoso caso de imprudencia con resultado de muerte. Un compendio de muertes que podrían haberse evitado si pusiésemos más cuidado y prevención. La solución está en nosotros.