Automóvil
¿Es obligatorio llevar unas gafas graduadas de repuesto en el coche?
Estas son las claves en la normativa de tráfico sobre corrección visual al volante
Cuando nos ponemos al volante, la vista no es un detalle menor, es la herramienta principal para anticipar, reaccionar y mantener la seguridad. Muchos conductores se preguntan si deben llevar siempre unas gafas de repuesto en la guantera. La respuesta legal es clara, no es obligatorio, pero conducir sin la corrección óptica exigida sí puede acarrear una sanción. Y aunque el repuesto sea opcional, su ausencia puede convertirse en un problema real durante un trayecto.
¿Qué dice la normativa sobre gafas de repuesto?
Durante años, los conductores que necesitaban gafas graduadas estaban obligados a llevar un segundo par en el coche. Esa exigencia desapareció con la actualización del Reglamento General de Circulación. En la actualidad, la Dirección General de Tráfico (DGT) solo recomienda llevar unas gafas de repuesto, pero no lo impone. Se trata de una sugerencia de seguridad, no de una norma sancionable.
Cuándo sí se exige llevar las gafas puestas
Aunque el repuesto no sea obligatorio, la corrección óptica sí lo es para quienes tienen esa condición reflejada en el permiso de conducir. En el reverso del carnet aparece el código “01” (o variantes como 01.01 o 01.06), que indica la necesidad de usar gafas o lentillas al conducir.
Circular sin ellas constituye una infracción grave que puede suponer una multa de hasta 200 euros, aunque no implica pérdida de puntos.
¿Por qué persiste la confusión?
La creencia de que el repuesto sigue siendo obligatorio se mantiene por inercia, durante años, la norma así lo establecía. Tras la modificación, la recomendación se mantuvo en los consejos de seguridad vial, lo que generó cierta ambigüedad. Además, organismos ópticos y entidades de prevención siguen aconsejando llevar un segundo par, dado que perder o romper las gafas durante un viaje puede dejar al conductor sin la corrección necesaria y aumentar el riesgo de accidente.
Buenas prácticas al volante para quienes usan gafas
1. Cumplir con la corrección óptica indicada en el permiso
Si tu carnet muestra el código 01 o similares, asegúrate de conducir siempre con las gafas o lentillas correspondientes. Conducir sin ellas no solo es sancionable, sino que compromete tu seguridad y la de los demás.
2. Llevar un par de repuesto actualizado
Aunque no sea una obligación legal, tener un segundo par con la graduación correcta es una medida práctica. Puede salvarte en caso de rotura o pérdida, especialmente en viajes largos.
3. Revisar la vista con regularidad
La DGT y los colegios de ópticos recomiendan revisar la vista al menos una vez al año. La agudeza visual puede variar con el tiempo, y una graduación desactualizada afecta directamente a la capacidad de reacción al volante.
4. Proteger las gafas de repuesto
Si decides llevar un par adicional, guárdalo en su estuche rígido, lejos del calor y la luz directa. Las altas temperaturas del interior del vehículo pueden deformar la montura o dañar los cristales.
¿Qué ocurre si te paran sin gafas de repuesto?
Nada, siempre que conduzcas con tu corrección óptica puesta si estás obligado a ello. No llevar un repuesto no se considera infracción, ya que no existe norma que lo exija. Sin embargo, si te detienen y no llevas puestas las gafas cuando tu permiso lo indica, la sanción será inevitable. La clave, por tanto, no está en la guantera, sino en la vista.
La diferencia suma
En España no es obligatorio llevar unas gafas graduadas de repuesto en el coche, pero sí lo es conducir con la corrección óptica si el permiso lo requiere. La diferencia puede parecer mínima, pero tiene consecuencias prácticas, lo que antes era una norma, hoy es una recomendación. En la carretera, la vista es una aliada insustituible, y tener un par de gafas extra sigue siendo una decisión inteligente, aunque la ley ya no lo exija.