Cambios climáticos
Olas más fuertes por el cambio climático
La energía de las olas ha aumentado un 0,4% al año desde 1948, según un estudio publicado en “Nature Communications”
La energía de las olas está creciendo a nivel mundial a consecuencia del cambio climático, según un estudio publicado hoy en “Nature Communications”.
Aumento del nivel del mar, incremento de temperaturas globales, disminución del hielo marino... no son las únicas amenazas relacionadas con el clima. La energía de las olas está creciendo a nivel mundial a consecuencia del cambio climático, según un estudio publicado hoy en “Nature Communications”. La investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de California, en colaboración con la Universidad de Cantabria, alerta de estos efectos agravantes de la subida del nivel del mar en las zonas costeras. Hasta la fecha, los análisis del clima marino global han identificado aumentos en la velocidad del viento y la altura de las olas en áreas localizadas del océano en las altas latitudes de ambos hemisferios. Estos incrementos han sido superiores para los valores más extremos, como por ejemplo, las olas en invierno. Sin embargo, nunca antes se había detectado una correlación entre olas cada vez de mayor tamaño y el calentamiento global.
El nuevo estudio se centró en la energía contenida en las olas del océano, que se transmite desde el viento y se transforma en movimiento ondulatorio. Esta métrica, llamada potencia de onda, ha aumentado en asociación directa con el calentamiento histórico de la superficie del océano. El calentamiento de la capa superior del océano, una tendencia creciente en las temperaturas de la superficie del mar, ha influido en los patrones de viento a nivel mundial, y esto, a su vez, está haciendo que las olas del océano sean más fuertes.
“Por primera vez, hemos identificado una señal global del efecto del calentamiento global en el clima de las olas. De hecho, la potencia de las olas ha aumentado globalmente en un 0,4 por ciento por año desde 1948, y este aumento está relacionado con el aumento de las temperaturas de la superficie del mar, tanto a nivel mundial como por regiones oceánicas”, manifestó el autor principal del estudio Borja G. Reguero, del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de California, en Santa Cruz.
El cambio climático está modificando los océanos de diferentes maneras, según añadió el coautor Íñigo J. Losada, director de investigación del Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IHCantabria), donde se realizó el estudio. “Este estudio muestra que la energía de la ola global puede ser un indicador potencialmente valioso sobre el calentamiento global, de manera similar a la concentración de dióxido de carbono, el aumento del nivel del mar global o la temperatura atmosférica de la superficie global”, afirma.
Comprender cómo la energía de las olas del océano responde al calentamiento oceánico tiene implicaciones importantes para las comunidades costeras, como la anticipación de los impactos en las infraestructuras, las ciudades costeras y los pequeños estados insulares. Las olas oceánicas determinan dónde las personas construyen infraestructuras, como puertos, o requieren protección a través de las defensas costeras, como rompeolas y diques. De hecho, la acción de las olas es uno de los principales impulsores del cambio costero y las inundaciones, y a medida que aumenta la energía de las olas, sus efectos pueden ser más profundos. Además, el aumento del nivel del mar agravará aún más estos efectos, al permitir que más energía de las olas llegue a la costa.
Si bien el estudio revela una tendencia a largo plazo del aumento de la energía de las olas, los efectos de este aumento son particularmente evidentes durante las temporadas de tormentas, como ocurrió durante el invierno de 2013-14 en el Atlántico Norte, o la devastadora temporada de huracanes de 2017 en el Caribe.
“Nuestros resultados indican que el análisis de riesgo que descuida los cambios en la potencia de las olas y el aumento del nivel del mar como el único conductor puede subestimar las consecuencias del cambio climático y resultar en una adaptación insuficiente o inadecuada”, dijo otro de los coautores, Fernando J. Méndez, profesor asociado de la Universidad de Cantabria.
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