
Religión
El Papa llama a la Iglesia española a “ponerse manos a la obra” como los jóvenes voluntarios de la DANA
Madrid acoge este fin de semana el Congreso Nacional de Vocaciones organizado por la Conferencia Episcopal Española con más de 3.000 participantes

La Iglesia española se somete a una particular ITV este fin de semana para intentar reconectarse con la sociedad, en medio de una disminución progresiva de los sacerdotes y monjas, pero también de los católicos de a pie. Para ello, la Conferencia Episcopal Española ha organizado el Congreso Nacional de Vocaciones, que arrancó ayer en el Madrid Arena y que se extenderá hasta el domingo. Durante estos tres días el pabellón acoge a cerca de 3.000 personas responsables en sus parroquias, congregaciones y movimientos con el fin de establecer una hoja de ruta para los próximos años.
Durante el acto de apertura, el nuncio Bernardito Auza fue el encargado de trasladar a los participantes el mensaje enviado por el Papa Francisco, entorno al lema del foro: "¿Para quién soy?". A esta pregunta, el Pontífice respondió poniendo como ejemplo a “todos esos jóvenes que, como hemos visto en la catástrofe de la DANA, en la acogida de los migrantes o del volcán de La Palma, son los primeros en ponerse manos a la obra”.
“Cuántos testimonios de valentía, de solidaridad, de ver que en ese contexto lo que tengo, lo que soy, tiene un propósito concreto: los otros”, remarca Jorge Mario Bergoglio en un texto en el que insta a sacerdotes, religiosos y laicos a “ver la necesidad del otro y, por encima de sus expectativas, anunciarle a Jesús, en la Palabra y los sacramentos, atendiendo una pobreza que no es material sino espiritual”.
“Pidamos hermanos en este Congreso de Vocaciones una mirada capaz de percibir la necesidad del hermano, no en abstracto, sino en lo concreto de unos ojos que se clavan en nosotros”, expone el Obispo de Roma. Y lo traduce en un encargo concreto: “En la oficina, en la familia, en el apostolado, en el servicio, lleven a Dios allí donde Él los envíe, esa es nuestra vocación”.
Como referente también presenta a santa Teresa de Calcuta, modelo para “reducir las distancias que los separan de Dios y del hermano, para cambiar sus rumbos y encontrar a Jesús en el abrazo de aquel al que son enviados”.
En la apertura de este macro encuentro tomaron la palabra el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, el vicepresidente del Episcopado y arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, así como José Manuel Cordeiro, arzobispo Metropolitano de Braga y responsable del
Servicio Europeo de Vocaciones de la Comisión de Juventud de las Conferencias Episcopales de Europa.
Argüello hizo un llamamiento a los participantes a dejar a un lado el individualismo y promover el “yo comunitario” y el “yo eclesial”. El prelado puntualizó que la necesidad de descubrir “un nuevo yo” es lo que nos lleva a “trascender a un nosotros”. En esta misma línea, el cardenal Cobo comentó que “necesitamos transitar de la cultura de la autonomía radical a la cultura encuentro y al diálogo”. “Despertad de la dormidera para dejar resonar en el corazón las preguntas fundamentales”, expresó somo sana provocación. “No hay que inventar otra cosa” en la pastoral vocacional, defendió el purpurado, convencido de la importancia de “integrar la fe en la vida cotidiana”.
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