España

Pasan hasta tres controles cada seis meses

La Razón
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Los 5.500 maquinistas que operan con trenes en España pueden llegar a pasar hasta tres controles de media cada seis meses, según indicaron a este diario fuentes de los sindicatos ferroviarios. De forma rutinaria, hay pruebas médicas anuales para los conductores más veteranos (a partir de los 50 años, caso de Francisco José Garzón Amo) y cada tres o cinco años a los más jóvenes.

A éstos hay que sumar los que se producen inmediatamente después de cualquier incidencia (desde un arrollamiento hasta un rebase de señal, aunque no ocurra nada) y los controles aleatorios que realizan los equipos médicos de ADIF y Renfe.

Estas pruebas –confirmó ayer Renfe– incluyen test de alcohol y drogas, y se realizan por sorpresa, generalmente antes de que comience la jornada laboral.

Cualquier irregularidad que se detecte en estas pruebas o ante cualquier incidente de circulación se considera una infracción grave o muy grave que lleva aparejada una sanción que va desde la suspensión de empleo y sueldo durante al menos cinco días hasta el despido.

Por incidencias de circulación se entienden desde el exceso de velocidad, el incumplimiento de las paradas o rebasar una señal, hasta no acudir a trabajar en las condiciones adecuadas.

También aquellos comportamientos delictivos relacionados con robos o la utilización de la violencia. Los retrasos son un capítulo aparte. Los niveles de puntualidad suelen ser absolutos, por lo que no son frecuentes las sanciones en este terreno. Sin embargo, si el retraso está motivado por una negligencia del maquinista, puede ser incluso motivo de una sanción administrativa por parte del Ministerio de Fomento.

Para llegar a ocupar la cabina de mando de un Alvia hay que pasar un reconocimiento psíquico-físico previo, disponer del título de Bachiller o Formación Profesional en grado superior, recibir 1.150 horas de aprendizaje y superar el examen que realiza Fomento. Con el título en la mano, los maquinistas deben esperar a que algún gestor los contrate, para volver a recibir de nuevo formación sobre los vehículos y las infraestructuras (con un aprendizaje mínimo de 80 horas y entre 140-160 horas para la Alta Velocidad).

A partir de ahí, el conductor comienza a desempeñar su trabajo, pero siempre acompañado por un jefe de maquinistas durante los primeros días, hasta que el nuevo conductor demuestre la suficiente soltura y pericia como para desempeñar su trabajo en solitario.

Según explica el secretario general del Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes (Semaf), Juan Jesús García Fraile, los conductores reciben formación continua cada año en función de los cambios en el sistema ferroviario.

Cada tres años deben renovar la autorización para poder circular.