Opinión

Plan Antitabaco: compañeros, no es eso

Se ha avanzado mucho pero ahora nos ponen un gran coche pero con motor gripado

Tabaco. Gente fumando en terrazas y a la puertas de bares en Madrid. © Jesús G. Feria.
Tabaco. Gente fumando en terrazas y a la puertas de bares en Madrid.© Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

Lluis Llach cantaba esta canción en los procelosos tiempos de la transición. Ahora el cantautor se encuentra en otros menesteres, echando un capote a Puigdemont, pero en aquella época su canción conectó con muchos anhelos. Hoy se ha puesto de nuevo de moda gracias a la ministra Mónica García y su Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027.

Vaya por delante, soy fumador y estoy a favor del Plan. Estoy a favor de un plan consensuado desde el punto de vista político, técnico y social, que reúna bajo su paraguas a todas las sensibilidades. Como dice la ministra, el plan estaba en el cajón desde hace tiempo y, por eso, no se entienden ahora las prisas para su aprobación y más cuando no hay una memoria económica específica que lo dote de recursos.

Muchas autonomías han expresado sus dudas y sus quejas, y el ministerio, en un alarde de pragmatismo mal entendido, ha dado paso a una especie de libertad de voto en el que cada cual podrá llevar adelante las medidas que considere oportunas y aparcar las que no le gusten. Traducción, los ciudadanos fumadores podríamos tener que llevar un planillo para saber qué hacer en cada comunidad autónoma.

Son loables las intenciones del Plan porque pretende sentar unas bases de salud pública en contra del arraigado tabaquismo. Nadie puede estar en contra de una regulación antitabáquica y en la necesidad de proteger a los menores, y educarlos, de los productos de tabaco y nicotina. Que desde el Ministerio se diga que los que están en contra es porque se pliegan a las presiones de la industria suena ya a disco rayado. Aunque en el ministerio deberían saber que también hay una industria en este país que debería ser integrada en el consenso para explorar nuevos caminos que estén avalados por la evidencia científica. Como hay sectores que deben ser tenidos en cuenta porque se pueden ver afectados directamente.

En este plan no hay consenso. No por la mano negra de la industria, culpable recurrente, ni por intereses políticos enmarcados en la bronca en la que está la política española. Sin embargo, no es el caso. Los cambios son necesarios pero el cambio cultural o se hace por consenso o no conseguirá sus objetivos. Y las formas son importantes.

Si realmente es una hoja de ruta como apunta Sanidad estaría bien que la ruta estuviera bien señalizada y los recursos del viaje bien planteados. España no empieza ahora su carrera contra el tabaquismo. Se ha avanzado mucho pero ahora nos ponen un gran coche pero con motor gripado. Vuelvo al principio: compañeros, no es eso.