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Raúl y Valentín, los héroes del microbús

«Mi camiseta oficial está llena de sangre». Rompieron una de las ventanas del microbús y ayudaron a los compañeros a salir

Las muestras de dolor se han sucedido entre los compañeros de los jóvenes fallecidos
Las muestras de dolor se han sucedido entre los compañeros de los jóvenes fallecidoslarazon

Las caras de conmoción de los menores no sólo eran un reflejo del dolor por la pérdida de sus amigos, sino que muchos de ellos iban en ese minibús. Viajaban 19 y ayer, varios de los heridos se acercaron hasta el polideportivo de Monterrubio. Algunos sólo tenían heridas superficiales, pero muchos, como ocurre en muchos accidentes de tráfico, andaban con collarín. Uno de ellos es Raúl. Su cara denotaba el dolor que atravesaba y sus amigos no le dejaron solo ni un minuto. Es uno de los dos valientes que, a pesar de las circunstancias y de su corta edad, ayudó a sus compañeros a salir del autobús cuando ya estaba tirado a un lado de la cuneta.

«Fueron él y Valentín los que rompieron una de las ventanas del vehículo y tiraron del resto», relatan sus compañeras de clase.

Jesús Pérez, de 14 años, fue uno de esos «rescatados». Él, al igual que al resto de niños del pueblo, le conocen por un mote, «es el de la Salvadora», nos aclara otra vecina, María Luisa Blázquez.

Jesús tuvo suerte, iba sentado en la última fila del microbús, en medio. A su lado iba Ismael, uno de los fallecidos, que, en el momento del accidente, como un acto reflejó, le sujetó, para protegerle. El joven de 14 años tiene lagunas de lo que ocurrió y asegura que «la excavadora salió de una carretera, se saltó un stop y nos embistió». Acto seguido, «sentí como dábamos vueltas» y caímos en un arcén. Nos quedamos atrapados en el autobús. Mientras lo cuenta, Jesús se toca la camiseta, ¿es la de tu equipo?, le preguntamos. «No, es otra. La oficial está llena de sangre». En ese mismo momento baja la mirada. Tras salir por la ventana, estuvieron esperando a que llegaran los servicios de emergencia, «tardaron una media hora». Y es que, a pesar de estar cerca de su pueblo, el personal sanitario tuvo que ir desde Castuera, «ya que en Monterrubio a partir de las diez de la noche no tenemos médico», cuenta disgustada una vecina.

Por eso muchos vecinos, al enterarse de la noticia, corrieron hacia la zona de la tragedia, porque el lugar en el que se produjo el accidente forma parte de una recta de unos siete kilómetros, con varios cambios de rasante. «No es la primera vez que ocurre este tipo de accidentes en esta misma zona. La recta es muy traicionera y a veces saltan jabalíes que viven en las fincas cercanas», reconoce Maribel, vecina de Castuera. Así, aunque la mayoría de los menores quedaron atrapados dentro del vehículo, algunos, como Javier Paredes, «salieron despedidos a unos metros del bus», afirma su amiga María.

La despedida

«Os voy a echar muchísimo de menos. Nunca os olvidaré»

Los amigos, vecinos, compañeros de fútbol dieron ayer una emotiva despedida a las víctimas mortales del accidente, físicamente y a través de las redes sociales. «Os voy a echar muchísimo de menos. Habéis sido muy grandes para mí y nunca os olvidaré», ponía en las redes sociales María Medina, amiga de los fallecidos. Por su parte Marcos Vega escribía en Twitter. «Y pensar que no vamos a volver a verlos más. Estés donde estés Bernardo, te quiero, tío». También había muchos comentarios afirmando que «hoy Monterrubio no es un pueblo. Es una familia, todos unidos».