Desapariciones
Recuperan fotos borradas del teléfono móvil de Diana Quer
Contienen «metadatos» sobre la fecha y hora de su realización, si las hizo la joven o se las enviaron e incluso del lugar donde se tomaron.
Contienen «metadatos» sobre la fecha y hora de su realización, si las hizo la joven o se las enviaron e incluso del lugar donde se tomaron.
Los técnicos de la Guardia Civil que trabajan sobre la placa base del iPhone 6 de Diana Quer, que fue desencriptado recientemente tratan de recuperar las fotografías, vídeos, mensajes, etcétera, que fueron borrados en las últimas 48 horas de operatividad del teléfono, según informaron a LA RAZÓN fuentes de la investigación.
Esos datos se conservan en dicha placa hasta que está llena y entonces se reescribe o se almacena archivos borrados sobre ellos. Con el uso habitual de este tipo de aparatos que suele hacer una persona de 18 años, los datos se mantienen en la placa al menos 24 horas.
Los agentes consideran muy importante la recuperación de toda esta información, que se supone borrada, voluntaria o involuntariamente, por la propia Diana Quer. Por ejemplo, en el caso de las fotografías, tanto las que hiciera con su móvil la joven desaparecida como los que pudiera recibir, contienen los «metadatos».
Cada fotografía revela información sobre la fecha y la hora en la que fue realizada; el dispositivo utilizado; aspectos técnicos referidos a la distancia, sensibilidad, etcétera; y, en la mayoría de las ocasiones, su geolocalización; es decir, dónde fueron tomadas.
Una vez recuperadas las fotografías, las que estaban en la placa base y las que fueron borradas en los últimos días, se podría realizar un mapa geográfico en el que estarían marcados los distintos lugares en los se tomaron las instantáneas.
Se trata de un asunto realmente importante para la investigación ya que si una fotografía resulta, por su contenido, relevante para las pesquisas, los agentes contarán con una serie de evidencias que harán más fácil su trabajo.
Lo mismo ocurre con los vídeos, los mensajes de todo tipo (SMS, WhatsApp, etcétera) y otras incidencias que hubiera podido registrar en los dos últimos días el teléfono móvil.
Según las citadas fuentes de la investigación, se está trabajando de forma minuciosa para que no se pueda pasar por alto ningún dato que, a la postre, puede resultar fundamental para la resolución del caso.
El borrado de fotos y archivos es algo relativamente habitual entre los usuarios de teléfono móvil y, en el caso de Diana, existen precedentes que han llamaron la atención de los agentes nada más iniciarse las pesquisas.
Tal y como informo LA RAZÓN el pasado mes de septiembre, la joven pudo haber deshabilitado casi todos los servicios que contenía su iPhone. Los agentes que investigaban el contenido de la tarjeta sim, duplicada con autorización judicial, se encontraron con que no contenía prácticamente datos relevantes para esclarecer su desaparición.
Como se suele hacer en los casos en que la persona desaparecida lleva un móvil, los agentes encargados de la investigación solicitaron al juez la duplicación de la tarjeta sim, con el fin de, una vez activada, tener acceso a todos los datos que hubiera en el aparato, incluidos los contenidos que se hubieran guardado en el «backup» o en la «nube», en definitiva, en los dispositivos de memoria.
La sorpresa con la que se toparon es que dichos servicios habían sido deshabilitados por Diana (u otra persona, una hipótesis que también se baraja), como «si no quisiera dejar rastro».
Por ello, una vez desencriptado el teléfono y logrado el acceso a la placa base (lo que no era posible sin introducir el pin correspondiente por lo que tuvo que realizarlo una empresa europea especializada) el material que haya podido ser borrado, voluntariamente o involuntariamente por Diana Quer, cobra especial relevancia.
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