Valencia
El consumo de drogas baja pero crece el de tranquilizantes y somníferos
El consumo de sustancias estupefacientes se ha reducido en los últimos años en España aunque ha aumentado un tres por ciento la cantidad de población que consume hipnosedantes -tranquilizantes y somníferos-, al tiempo que también ha crecido la demanda de tratamientos por sufrir una adicción. Así lo ha asegurado en Valencia el delegado del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Francisco Babín, quien ha participado como ponente en la Jornada sobre drogodependencias "Las adicciones hoy: percepciones y responsabilidades".
Babín ha matizado que en el caso del alcohol ha descendido su consumo pero no los comportamientos de riesgo en términos de borrachera o "consumo por atracón"por parte de los adolescentes, y ha considerado que es un elemento "que hay que seguir vigilando". También ha precisado que aunque se ha reducido el consumo de cannabis, no lo ha hecho entre los adolescentes, algo que supone una "honda preocupación por el efecto que esta sustancia tiene sobre su maduración".
El delegado del Gobierno ha destacado, en relación con las llamadas "nuevas drogas"o "drogas emergentes", que "afortunadamente"la situación de España es "muy distinta"a la del norte de Europa. España, ha explicado, ha sido uno de los primeros países en incorporar a sus encuestas de consumo la perspectiva de estas nuevas sustancias, cerca de 160 solo en el último año, y "para la inmensa mayor parte de ellas estamos en consumos por debajo del 1 por ciento de la población".
En este sentido, ha destacado que la mayor parte de las personas a las que se les pregunta por este tipo de sustancias "no saben ni lo que son", pero los que sí las consumen "son un subgrupo muy pequeño de población policonsumidora, que se toma todo lo que cae en sus manos". En el último año han aparecido cerca de 160 nuevas sustancias, ha señalado para alertar: "Prácticamente con un minilaboratorio y determinados componentes químicos puedes hacer una formulación que tenga algún efecto psicodélico o psicotrópico, con el gravísimo inconveniente de que eso llega al mercado sin ningún tipo de test ni de control de cuáles van a ser los efectos".
Respecto al incremento del consumo de tranquilizantes y somníferos, Babín ha señalado que "no parece"que sea un efecto de la crisis económica, ya que aunque se habla de un incremento de tres puntos, dentro del catorce por ciento de la cifra de población que consume hipnosedantes sólo hay un uno por ciento que lo hace sin receta. "Es un incremento que está muy ligado a la práctica clínica, ya que se trata de un consumo con receta y que se establece en la relación médico-paciente y que tanto uno como otro tienen que ser conscientes para aplicarlo con un buen uso", ha agregado. También ha destacado que aunque ha disminuido el consumo de drogas, ha crecido la demanda asistencial por las adiciones, quizá porque los afectados tienen una menor disponibilidad económica para seguir consumiendo o por el tiempo que ha pasado desde que se iniciaron en su consumo.
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