Mayores de 55 años
Los sénior, cada vez con menos ahorros para ayudar a la familia
Un estudio de la Fundación Mapfre sobre mayores de 55 años revela también su escaso deseo de retrasar la jubilación
El «III Barómetro del Consumo Sénior», realizado por el Centro de Investigación Ageingnomics, adscrito a la Fundación Mapfre, sobre las claves en torno a la vida en 2022 de los mayores de 55 años en España (16 millones), aporta datos como que su capacidad de ahorro a final de mes –un 43% lo consigue– confirma un descenso experimentado en 2022 en relación a 2021 (48%) y 2020 (56%).
Las partidas de gasto que más les preocupan son las derivadas de los pagos cotidianos (energía y suministros, alimentos, vivienda y movilidad).
El 63% de la generación «silver» española ayuda económicamente a miembros de su familia o personas de su entorno cercano, lo que supone un incremento significativo con respecto a 2021 (43%).
El 81% cree no poder restringir su gasto en sanidad, así como en vivienda (84%) sin rebajar su calidad de vida. Por el contrario, 1 de cada 2 cree poder hacerlo en tecnología, vestido, calzado y artículos del hogar.
Al 29% de la población sénior le gustaría sacar mayor beneficio económico de su vivienda. De hecho, un 33% primaría su calidad de vida por encima de dejarla en herencia.
Hasta 6 de cada 10 tienen previsto residir en su vivienda actual siempre, si bien aumenta levemente la predisposición a hacerlo en una residencia de la tercera edad (+5%) o piso tutelado (+3%).
La mitad de los «silver» ha utilizado un servicio de telemedicina desde el comienzo de la pandemia. Además, el 57% está dispuesto a ceder sus datos a cambio de un trato más personalizado. También apuestan de forma mayoritaria por ser atendidos en el hogar.
El número de sénior digitales ha aumentado en un millón de personas con respecto a 2021 y en dos millones en relación a 2020, casi duplicando el número de 2017.
Un 70% ha viajado por ocio o turismo en el último año, manteniéndose la tendencia de años anteriores. Eligen mayoritariamente alojarse en hoteles, muy por encima de la vivienda de amigos y familiares y los apartamentos.
Solo 1 de cada 10 desea alargar su vida laboral más allá de la edad legal de jubilación. Se detecta un mayor interés en esta prolongación entre las personas de edad más avanzada y, sobre todo, a medida que el nivel de estudios es superior.
Adaptación a sus capacidades
El director del Centro de Investigación Ageingnomics, Juan Fernández Palacios, señaló en la presentación del informe que «los séniors son un pilar fundamental de la economía del país y hay que aprovechar las oportunidades que ofrecen. Actualmente, el 70% de los séniors «está» en Internet en España, pero es importante tener en cuenta que este porcentaje baja entre los mayores de 65 años, lo que indica que hay que mejorar su acceso a las herramientas digitales y adaptar las enseñanzas a sus capacidades».
Y resaltó que « tanto su capacidad de consumo como su capacidad de producción serán cada vez más esenciales» porque serán más y contarán con un poder adquisitivo «más potente» que el de los jóvenes, pero la brecha digital y la dificultad de comprensión del entorno digital pueden dificultar su consumo y producción digital. Por ello, «no debemos olvidarnos ese 30% de mayores de 55 que no se encuentra en internet, facilitando el acceso a todos y reduciendo así la discriminación por edad», aseveró Fernández. Un ejemplo claro son sus dificultades de manejo de sus cuentas y productos bancarios.
Según el territorio
La Fundación Mapfre ha publicado otros estudios sobre esta franja de la población que muestran que frente a los que ven en el envejecimiento un lastre para la sociedad, el aumento de la longevidad se convierte en una de las mayores oportunidades de presente y de futuro. Esta idea, incluida en el Ranking de Territorios por la economía sénior 2022, es toda una declaración de intenciones.
En España hay una elevada esperanza de vida, la tercera del mundo, la calidad de vida es buena y tiene infraestructuras y un sistema sanitario público y privado de alto nivel que deben permitirle convertirse en una referencia mundial en la economía sénior. Pero, para ello, debe realizarse todavía mucho trabajo. Y considera que son los poderes públicos los que pueden y deben configurar el marco adecuado para aprovechar la capacidad y potencial de los mayores de 55 años.
Asturias (43,15%), Castilla y León (41,87%) y Galicia (40,59%) vuelven a ser los territorios con más personas sénior. Pero esto no implica que sean en las que mejor tratan a este colectivo; País Vasco vuelve a encabezar el ranking, seguida de Castilla y León, que sube a segunda posición, y Navarra, que baja a tercera, de las comunidades autónomas que más cuidan a los mayores de 55 años y que tienen mayor capacidad a la hora de dotarles de servicios y generar oportunidades.
Y es que revela esta investigación que no todas las comunidades autónomas ofrecen las mismas condiciones a las personas mayores de 55 años. Y, también, que existen diferencias con respecto a otros indicadores, como la esperanza de vida, la edad media de jubilación, el importe medio de la pensión o el número de alcaldes y electores en esa franja de edad. Por provincias, Bilbao es la que tiene mayor número de adultos sénior.
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