Navidad
Sus Majestades sí que existen
¿Existen los Reyes Magos? La respuesta es sí. Y como manda la tradición son anónimos y no quieren dejarse ver por los niños la noche del 5 al 6 de enero. Estos Reyes Magos se encargan de que todos los niños, adultos y ancianos reciban sus regalos, incluidos aquellos que viven en residencias o centros de acogida de menores. Sus majestades de Oriente han contado con una ayuda especial este año, la que les ha proporcionado el proyecto «Reyes Magos de verdad». Con esta iniciativa han conseguido llevar la magia propia de estas fechas tan significativas a los lugares donde se encuentran los más desfavorecidos. El proyecto permite a ciudadanos de a pie convertirse por unos días en auténticos pajes.
Todo comenzó como una iniciativa de un grupo de amigas de Madrid que decidieron aventurarse a ser «pajes» de los Reyes Magos. El fin de su estrategia era recoger regalos y llevarlos el día de Reyes a un centro de acogida en Madrid. Tras ocho años asistiendo el trabajo de sus majestades de Oriente, las cifras hablan por sí solas del éxito de la campaña, que ha pasado de entregar regalos a 150 niños en su primera edición a casi 5.000 menores y 800 ancianos en enero de 2015. Actualmente, la red creada por estas solidarias amigas cuenta con 36 coordinadores. Ha sido necesario ampliar el número de «pajes» encargados de gestionar el envío de regalos, ya que abarcan más de 100 centros de acogida y residencias de 11 comunidades autónomas. «Ha sido una locura», comenta Cristina Castellanos, una de las integrantes de «Reyes Magos de verdad». A Cristina le sorprende la gran acogida que ha tenido el proyecto, en cuya difusión cree que ha sido fundamental el boca a boca.
Vernónica Vega, estudiante de psicología de 21 años, ha sido una de las participantes de este año en el proyecto. «Me enteré gracias a unos amigos y me pareció una idea muy original y distinta, así que no dudé en participar». Aunque Verónica había colaborado otros años en campañas de navidad más conocidas como «la operación kilo», «nunca había participado en algo así». Desde el primer momento, la estudiante pensó que era una iniciativa que «significaba mucho para aquellos que tienen más dificultades a la hora de afrontar los gastos típicos de esta temporada». Verónica agradece la sencillez a la hora de incorporarse al programa, «dentro de la iniciativa te dan a elegir si regalar a niños o ancianos, yo no tenía preferencia por ninguno siempre y cuando pudiese participar, así que finalmente me asignaron un niño de cuatro años. Mi trabajo consistiría entonces en que una vez recibida su carta escaneada, colaborar con los Reyes Magos para que le llegase algo de lo que estaba escrito en ella. Luego tendría que llevar el obsequio a uno de los puntos de encuentro», explica. «Sé que la mañana de Reyes me acordaré del pequeño», declara emocionada. La estudiante afirma que lo más importante es poner su granito de arena para que otros puedan disfrutar de un día tan especial. «Creo que esta idea representa muy bien la esencia de la Navidad: dar y compartir lo que se tiene».
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