Obra Social La Caixa: Todos a una

El Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural, impulsado por Obra Social La Caixa, fomenta la convivencia entre nacionalidades.

Desde 2014 se desarrolla en el entorno de la Serra d’en Mena, que engloba cuatro barrios de Santa Coloma de Gramenet, en Barcelona, el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI), impulsado por Obra Social La Caixa en un total de 37 territorios españoles, con el fin de promover y facilitar la cohesión social y la convivencia en una zona en la que cohabitan personas de diversas nacionalidades y en la que las condiciones socio-económicas de la población son desfavorables.

Esta iniciativa, que la fundación bancaria desarrolla en colaboración con la Fundación Integramenet y el ayuntamiento de la localidad, tiene como objetivo prioritario el mejorar la cohesión social mediante la corresponsabilidad comunitaria, para lo cual se dota a los vecinos y entidades de las herramientas necesarias para hacer posible esa convivencia. Así pues, los grandes protagonistas del proyecto son principalmente los profesionales del territorio, las instituciones y los ciudadanos y, tal y como señala Cristina Martín, técnica del proyecto ICI, «el programa parte de aquello que ya existe en el territorio, puesto que busca sinergias y colaboraciones entre las cosas que ya se están haciendo en la zona, de manera que pone en valor lo ya existente».

En este contexto, el proyecto cuenta con tres grandes líneas de acción. Por un lado, trabaja en favor de la igualdad de oportunidades para la infancia, juventud y adolescencia a través de la comunidad educadora, con un aumento de la implicación y participación sobre todo de las familias en el proceso educativo; además, fomenta la cohesión social y la convivencia a través de la generación de espacios de participación; y por último, impulsa la salud comunitaria gracias a la promoción de hábitos saludables desde la propia comunidad.

Así, en primera instancia, el proyecto ICI arrancó con un diagnóstico comunitario, en el que se trató de identificar los retos a alcanzar, se puso el foco en el fomento de la igualdad de oportunidades y se diseñó la programación comunitaria, en la que trabajan 65 profesionales y que cuenta con 35 propuestas de acciones a realizar. Además, este diagnóstico desembocó también en un plan de acción municipal, así como en acción global ciudadana, uno de los factores de aceleración de proceso comunitario. «Se trata de una actividad conjunta, la Diada de la Primavera, en la que en su última edición colaboraron 40 agentes, se llevaron a cabo 30 actividades en solo dos días, participaron cerca de 2.000 personas y contó con 80 voluntarios», explica Cristina Martín, quien señala que «la única condición es que todas las actividades que se realicen se basen en el trabajo comunitario».

En definitiva, tal y como pone de relieve la técnica del proyecto, «se trata de construir un discurso basado en la potencialidad de estos barrios».