Kiev

Toros vs.Fútbol: pasión española

¿Qué tienen en común un balón y un toro? En plena Feria de San Isidro y a unas horas de la final de la Champions, dos maestros como Vicente del Bosque y Miguel Abellán debaten sobre el ADN de la cultura española.

Miguel Abellán y Vicente del Bosque conversan sobre sus dos pasiones en el hotel AC Aitana de Madrid. Foto: ALBERTO R. ROLDÁN
Miguel Abellán y Vicente del Bosque conversan sobre sus dos pasiones en el hotel AC Aitana de Madrid. Foto: ALBERTO R. ROLDÁNlarazon

¿Qué tienen en común un balón y un toro? En plena Feria de San Isidro y a unas horas de la final de la Champions, dos maestros como Vicente del Bosque y Miguel Abellán debaten sobre el ADN de la cultura española.

Un profano en fútbol y toros como un servidor se sienta junto a Vicente del Bosque y Miguel Abellán y la pasión con la que hablan de sus profesiones y la naturalidad con la que se muestran en cada gesto hacen que uno se convierta en el mayor forofo futbolero y taurino de pro. A menos de 24 horas de que el Real Madrid se mida con el Liverpool en la final de la Champions en Kiev y en plena Feria de San Isidro, los dos maestros se citan con LA RAZÓN para debatir sobre la importancia de ambos deportes en la sociedad, no solo española sino mundial. El encuentro tiene lugar en un hotel cercano al Bernabéu, la segunda casa del «míster» y la sede de los eternos «rivales» del torero, que lleva al Atleti en el corazón. «Podríamos haber quedado cerca del Calderón», bromea Abellán, quien antes de tomar la alternativa jugó en la cantera de los rojiblancos. Ambos tienen la mirada puesta en Kiev. Incluso el diestro reconoce que, aunque sea del Atlético de Madrid, «siempre que un equipo español juega contra un extranjero apoyo al que es de mí país, sea cual sea». «Como el Atleti ya ha hecho sus deberes, que era ganar la UEFA, y ha aprobado el examen con muy buena nota, ahora le toca al Madrid y por supuesto que les apoyo. Como madrileño y español estoy con ellos», afirma. Del Bosque, que se muestra sorprendido al descubrir que Abellán antes de torero fue futbolista, añade a las palabras del matador que «también muchos madridistas se han alegrado del triunfo del Atleti», al tiempo que reconoce que él, madridista de nacimiento, siempre tuvo también como «enemigo» (en lo deportivo, claro está) a los rojiblancos.

Para estos «miuras», los toros y el fútbol son y serán parte del ADN de España y se muestran orgullosos de ellos. «El mundo del fútbol y de los toros se llevan bien porque siempre han sido y son el principal ocio de España», dice el ex seleccionador. «En la época de don Vicente –insiste en llamarle así pese a la insistencia del madridista en quitarle el don­–, o ibas a los toros o al fútbol, no había otra cosa. Ahora existen otras opciones, pero estas dos siguen siendo fundamentales porque forman parte de nuestra cultura», asevera Abellán.

Según Del Bosque, la afición es fiel por la adrenalina que desprenden ambos deportes, por el grado de compromiso con ellos y porque «siempre han estado ahí». Eso sí, matiza, que mientras que los jóvenes realizan un gran seguimiento a los eventos deportivos, «lo de los toros les cuesta un poco más». Pero Abellán tiene la explicación que nada tiene que ver con lo económico, pues «se puede ir a una corrida de San Isidro por seis euros y acudir a la final de un partido de fútbol te cuesta un riñón». «También es cierto que el toreo es un espectáculo que no es tan fácil de entender, pero creo que el motivo de que los jóvenes prefieran el fútbol tiene que ver con el desarraigo con el mundo del campo». Por ello, él ha creado un negocio, una granja móvil llamada Los Tetes, a través de la cual acerca a los colegios el mundo animal. «Los niños cuando ven los animales no socializan con ellos, tienen miedo de los conejos y las gallinas», reconoce, al tiempo que apunta a que el movimiento de jóvenes taurinos está comenzando a crecer de nuevo y existen cada vez un mayor número de asociaciones juveniles de esta índole.

El ex líder de los merengues añade que también influye la visibilidad. «Mientras que los entrenamientos de fútbol son retransmitidos por todos los medios, nadie muestra a los toreros cuando están durante meses entrenándose en las fincas», dice. Para él, en ambas profesiones lo fundamental es la técnica, palabra que repite en numerosas ocasiones durante el encuentro. «Sin técnica no eres nada. Es parte del oficio. La táctica sale de una manera más natural, pero la técnica es lo fundamental», indica Del Bosque. «Pero esto es algo que lleva tiempo, ya que lo nuestro son profesiones artesanales», matiza Abellán. Ensayo y error.

Ahora es Cristiano Ronaldo quien inunda las vallas publicitarias, pero otrora eran los matadores y bien lo recuerda el matador madrileño.

«Los mitos eran los grandes toreros: El Cordobés, Manolete... Creo que el fervor de los toreros es algo que no ha ocurrido en otro ámbito de la historia. Cuando murió Manolete se paralizó el país. Cuando toreaba El Cordobés la gente dejaba de ir al trabajo. Eso no ocurre ahora ni con Messi ni con Ronaldo, siendo lo que son. Ese icono social no lo ha conseguido ningún artista o deportista», apuntala Abellán. «Incluso había rivalidades y piques entre partidarios de unos y otros, al igual que ocurre ahora en el fútbol», añade Del Bosque.

En relación a la conexión que guardan ambos mundos y las similitudes de sus protagonistas, sale a colación la campaña de San Isidro en la que los diestros han posado como modelos, una faceta que hasta ahora habían explotado más los futbolistas.

-¿Por cierto, Miguel, por que todos los toreros se afeitan?¿No hay toreros con barba? Pregunta el ex seleccionador de La Roja.

-Para torear siempre vamos afeitados sí. Es verdad que hemos cuidado mucho la imagen, aunque todo evoluciona a la hora de vestir por ejemplo. Aunque es verdad que los futbolistas han evolucionado más adaptándose a las modas. Nosotros seguimos manteniendo la línea «más torera», responde Abellán.

-Es que me parece muy llamativo. Nunca he visto un torero con barba. Todos los futbolistas llevan barba. Es raro ahora ver a un futbolista que no la lleve o que no esté tatuado o que no lleve los pelos alterados. Para eso los toreros sois más fieles a la tradición.

Tras este impasse estético, retoman la charla hablando del buen ejemplo que son toreros y futbolistas para los jóvenes, por los valores de equipo, vida saludable y cooperación que exige su profesión. Pero como contrapartida «maduran a la fuerza antes que el resto. Un vestuario te hace espabilar», confiesa Del Bosque. «Y en los toros, si te juegas la vida desde niño maduras sí o sí», añade el matador natural del barrio de Usera. Y, aunque salvando las distancias, Abellán, que sabe lo que es ser jugador y torero, confiesa que el balón y el toro no son tan diferentes. «Hay defensas que son peor que un miura. Ya me lo decía mi padre, piénsatelo dos veces antes de meter la pierna... Hay que ser muy valiente también. Imagínate a esos futbolistas de antaño tan fuertes, con esas piernas y esas caras de malos...te echabas a temblar», dice soltando una carcajada cómplice con el madridista, al que siempre ha admirado. No sin la vergüenza oportuna de Del Bosque, Abellán le dice que él ha sido «profeta en su tierra. Es imposible que alguien no quiera a don Vicente. Le admiro por todo lo que nos ha dado, lo que ha unido Vicente no lo ha conseguido ningún presidente del gobierno».

Y a continuación, como es lógico, llegan los comentarios sobre la difícil situación que atraviesa España y la crisis catalana. En la mente está cómo el deporte ha servido para unir a sociedades partidas como bien reconocería Nelson Mandela. «Todos los que estamos en el escaparate tenemos la tarea de unir, algo que falta en este momento en España. Todos quieren ganar, llevar la razón y lo que no se dan cuenta es que lo importante es escuchar al otro. Sé que es complicado. La sociedad está muy crispada. Creo que habría que ir más al fútbol y los toros para tener mejor carácter», apuntilla con tono de humor Del Bosque. Para Miguel Abellán, la clave está en tener «más sensibilidad con el prójimo». «Creo que a España le vendría fenomenal volver a ser campeones del mundo, sería bueno para volver a unir al país», sentencia el torero, que incide que lo bueno del fútbol y la tauromaquia es que no entiende de ideologías. «No es de ricos ni de pobres. Ni izquierda ni derecha. Son la fiesta del pueblo, de todos los españoles», dice con rotundidad.