Tres horas y media para proclamar su inocencia

Prisión sin fianza por homicidio y posible asesinato para los padres de la niña asesinada en Santiago. Los profesores declaran ante la Guardia Civil que la menor acudió a clase de música con síntomas de sedación

Alas 11 de la mañana seguía Rosario Porto prestando declaración ante el juez José Antonio Vázquez Taín, según informaba el Tribunal Superior de Justicia de Santiago. La madre de Asunta, la niña de 12 años cuyo cadáver fue encontrado la madrugada del pasado domingo, llegó pasadas las ocho de la mañana hasta los juzgados, pero su declaración no comenzó hasta las 09:15. Durante tres horas y media aproximadamente estuvo Rosario Porto Ortega declarando ante el juez. Tiempo de sobra para llegar a derrumbarse. Pero no admitió la culpabilidad del homicidio, según pudo confirmar LA RAZÓN. De hecho, Charo reprodujo prácticamente la misma declaración que hizo durante la denuncia ante la Guardia Civil. El delito que se le imputa: «homicidio, posible asesinato, a la espera de los resultados de toxicología», según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. «Hecho por el que se decreta su ingreso en prisión comunicada y sin fianza», añaden las citadas fuentes. Después tocaba el turno al padre, cuya declaración finalizaba a las 15:25. El juez le decreta prisión y misma imputación que la madre. Ambos ingresan en la cárcel de Teixeiro, en Curtis, La Coruña.

Es entonces cuando los abogados ponen espacio de por medio. Este periódico habla con Juan Guillán, cuando todavía es abogado de Rosario Porto. Guillán afirma que los motivos de su inminente renuncia son meramente técnicos, ya que lo que su clienta precisa es un letrado «penalista», una causa que coincide con la renuncia del también abogado del padre, Roberto Goris. Por otra parte, el letrado de Porto asegura que ésta es «completamente inocente», así como que los motivos de su defensa se han debido a «una vieja amistad con el que fue su padre, así como con la propia Rosario». «Mi clienta está hundida por todo a lo que se le está vinculando. Además, quiero señalar que ella es la única heredera, por lo que la informaciones que apuntan a que algunos bienes corresponderían a su hija es totalmente falsa», concluye Guillán, tal y como informa Chema del Hoyo.

Es el abogado el que deja caer a Europa Press, que la madre de la niña no descartó ante el juez que su ex pareja guardase relación con el crimen. No obstante, puntualizó que «abrió la puerta a eso y a 50 posibilidades más».

El grado con el que Grillán defiende la inocencia de Charo recuerda el momento en el que al parecer la madre se rompió durante el registro del pasado jueves. Llegando a decir: «Bueno, he mentido y tengo que decir la verdad», tal y como aseguraron fuentes a este periódico. Si bien, otras lo desmintieron.

Mientras la Guardia Civil continúa analizando cada detalle, ya que todavía no ha concluido el examen de los cordeles y las otras pruebas encontradas. El Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil no ha concluido aún las análisis de las distintas pruebas recogidas en el lugar donde apareció el cadáver de la niña, entre ellas unos cordeles y unas colillas (según algunas fuentes, podrían pertenecer al padre de la fallecida, extremo que está por confirmar), según han señalado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Los agentes de la Benemérita continuaban, a primera hora de la tarde de ayer, con las labores de búsqueda de indicios en los alrededores del lugar en el que apareció el cadáver y de la casa que posee la familia, en la parroquia de Teo, cerca de Santiago. Hasta que no esté todo el material reunido y el trabajo de búsqueda concluido, el citado Laboratorio no podrá emitir su informe y remitirlo al juez que lleva el caso quien, a la vista de las pruebas reunidas, determinará si estamos ante un homicidio o un asesinato.

Algo en el que también se valorará el hecho de que varios profesores de música de Asunta declarasen que la niña había llegado a clase con mareos e indispuesta, tal y como adelantó «El Correo Gallego» . Una noticia que confirmó la Guardia Civil. «Ya han declarado algunos profesores tanto en el Guardia Civil como en la Policía Nacional», afirmaron a este periódico. Ahora bien, en cuanto a si Asunta temía que la mataran según el testimonio de dos profesoras de música al citado medio, desde la Guardia Civil han preferido ser precavidos: «Eso no lo tenemos tan claro. No nos consta». En esta línea, al parecer, el abogado de la escuela de música en la que estaba matriculada Asunta relató ayer al juez, según EFE, que, el pasado 23 de julio, el padre de la menor contó al profesorado del centro que recibía un fuerte tratamiento médico que la dejaba aturdida. Las profesoras de la escuela, notaron un «pequeño mareo» en la pequeña, y este hecho se lo relataron al padre cuando acudió a recogerla, al término de su clase. Al día siguiente, la niña acudió «normal» al aula.