
Educación
Si tus padres te han inculcado estos 7 valores, probablemente seas una persona exitosa
Los padres ejercen una alta influencia en las creencias, normas o conflictos que los niños desarrollan en su vida

Educar a los hijos puede ser todo un desafío. Cada niño tiene sus propias necesidades, personalidad y ritmo de aprendizaje, lo que hace que encontrar un enfoque adecuado no siempre sea sencillo. Una de las principales tareas como padres es equilibrar el amor, la disciplina, la orientación y el apoyo emocional, lo cual puede ser complicado en ciertas situaciones.
Nadie tiene la fórmula para ser un padre o madre modelo, sin embargo, existen algunos condicionantes que pueden favorecer el futuro éxito en la vida de los más pequeños.
Siete características de los padres que tienen hijos exitosos
1. Les hacen participar en casa
Colaborar en las tareas de casa hace que los niños se muestren más colaborativos, empáticos e independientes. Si desde pequeños llevan a cabo actividades tan simples como tirar la basura u organizar su habitación, les hace aprender que hay que trabajar en la vida para ser parte de ella.
2. Enseñan a sus hijos habilidades sociales
Existe una creencia común de que ciertas habilidades sociales son algo con lo que se nace y no pueden ser aprendidas. Sin embargo, varios estudios resaltan la importancia de desarrollar la inteligencia emocional desde la infancia. Según una investigación realizada por las universidades de Duke y Pensilvania, que siguió a 700 niños desde la guardería hasta los 25 años, se encontró una relación directa entre las habilidades sociales que estos niños mostraron en su temprana edad y el éxito que lograron como adultos dos décadas después.
Los niños que demostraban ser más cooperativos, empáticos y resolutivos tenían mayores probabilidades de graduarse en la universidad y conseguir un empleo a tiempo completo con mayor facilidad. En cambio, aquellos con menos habilidades sociales tenían más probabilidades de caer en problemas como el alcoholismo y la delincuencia.
3. Tienen grandes expectativas
"Los padres que proyectan una educación universitaria en la vida de sus hijos, hacen que estos tengan más posibilidades de dirigir sus trayectorias hacia esa meta" asegura Neal Halfon, profesor de la Universidad de California en Los Angeles.
Junto a su equipo de investigación, Halfon concluye en un estudio que las expectativas de los padres tienen un efecto inmediato que condiciona irremediablemente su comportamiento.
4. Las madres son universitarias y trabajan
Según un estudio desarrollado por la Universidad de Michigan en 2014, las madres que poseían un diploma superior solían tener hijos que acababan con el mismo nivel de formación que ellas. Por el contrario, los hijos de mujeres que habían sido madres en edad adolescente eran menos propensos a finalizar la educación secundaria y a matricularse en la universidad.
El factor trabajo juega también un papel de gran relevancia en el rol materno. Las hijas de madres que habían desarrollado una actividad profesional fuera de casa alcanzaban puestos de más responsabilidad y ganaban más dinero que aquellas cuyas progenitoras decidieron ser amas de casa.
5. Desarrollan relaciones saludables con sus hijos
El hecho de que una pareja esté divorciada no parece fundamental para el futuro éxito de los más pequeños. Según Robert Hughes Jr, "los niños que crecieron con un solo progenitor en un ambiente no conflictivo alcanzaban mayores logros que aquellos que pasaron su infancia en un matrimonio convencional, pero lleno de disputas."
El desarrollo afectivo durante los primeros años de vida resulta también vital para que los niños adquieran confianza y se atrevan a explorar el mundo. En este sentido, está demostrado que los padres con altos niveles de estrés provocan a veces un contagio emocional nada beneficioso.
6. Les enseñan matemáticas
Tener destreza matemática en edades prematuras no solo ayuda a desarrollar esta habilidad, sino que tiene consecuencias sobre la comprensión lectora.
Los niños que llegan al colegio sabiendo las nociones más elementales de esta ciencia demuestran pasar posteriormente muchas menos dificultades a la hora de afrontar la materia.
7. Potencian el esfuerzo
Es fundamental para los niños que entiendan de dónde proviene el éxito. Carol Dweck, psicóloga de la Universidad de Stanford, indica que los niños se enfrentan a este hecho de dos maneras: "huyendo del error a toda costa como una forma de demostrar que se es inteligente o habilidoso, o utilizando el error como una posibilidad para ir desarrollando un potencial."
Los niños a los que se les inculca que sus éxitos provienen de habilidades innatas tienden a madurar con una mentalidad menos flexible, mientras que los que crecen valorando los fallos y el esfuerzo desarrollan una personalidad tendente al crecimiento personal.
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