Un cadáver de 5.000 años desvela la primera pandemia

Un análisis de la revista «Cell» sugiere que el ADN extraído es el más cercano a la peste.

Un equipo de investigadores de genética liderado por Simon Rasmussen, investigador de Metagenómica en la Universidad Técnica de Dinamarca y en la Universidad de Copenhague, han descubierto una nueva cepa de «Yersinia pestis», la bacteria que causa la peste. Los restos han sido hallados en una muestra de ADN extraída de un cadáver de una campesina de unos 20 años aproximadamente, que fue enterrada hace unos 5.000 años en una región de Suecia.

La bacteria estaba presente en los dientes del cadáver y los restos coinciden con las mismas variantes genéticas que la de la peste pulmunar, que es la que se conoce en la actualidad y con la que se puede comparar. Otro cadáver cercano a la misma tumba también ha resultado tener rastros de esta bacteria.

Este descubrimiento anuncia, en palabras de los propios investigadores, que «podríamos estar ante la gran pandemia de la humanidad».

Hace 5.000 años, en Europa empezaron a nacer lo que hoy conocemos como ciudades de más de 20.000 habitantes, donde las condiciones de vida eran nefastas. Los asentamientos de poblaciones y ganado provocaron numerosas enfermedades, y en esta época hubo un descenso de población de un 30% a un 60%, aproximadamente.

«Estos mega-asentamientos eran los más grandes de Europa en ese momento, diez veces más grandes que cualquier otra cosa. Tenían personas, animales y alimentos almacenados muy cerca y, probablemente, muy poco saneamiento», señala Rasmussen. La peste pudo forzar el declive de los europeos neolíticos». Siguiendo el hilo de la investigación, los genetistas afirman: «Creemos que nuestros datos encajan. Si la peste evolucionó en los mega-asentamientos, cuando la gente comenzó a morir a causa de ellos, se habrían abandonado y destruido. Esto es exactamente lo que se observó en estos mismos escenarios hace 5.500 años», explican.

Este estudio no es definitivo, pero sí es un paso para entender lo que ocurrió hace miles de años: «La peste pudo forzar el declive de los europeos neolíticos. Evolucionó a partir de un organismo que era relativamente inofensivo. Más recientemente, lo mismo ocurrió con la viruela, la malaria, el ébola y el zika. Este proceso es muy dinámico, y sigue ocurriendo», concluyen los investigadores a cargo del hallazgo.