Embarazo

Una adolescente muere tras pasar ocho semanas sin ir al baño

La británica Emily Titterington, de 16 años, ha muerto después de pasar ocho semanas sin evacuar sus intestinos debido a una extraña fobia al baño. El adolescente tenía comprimida la cavidad torácica y los órganos desplazados y finalmente sufrió un ataque al corazón. así lo ha revelado una investigación reciente, que ha concluido que la joven podría haberse salvado con un tratamiento médico adecuado. Emily se negó a que le realizaran exámenes médicos. Amanda Jeffery, patóloga del Ministerio del Interior dijo que sus síntomas concordaban con una condición conocida como "retención de las heces", más frecuente en niños, informa "The Independent".

Emily, tenía autismo leve y había sufrido problemas intestinales durante la mayor parte de su vida, pero los médicos no habían podido determinar la causa. La autopsia reveló que la joven tenía una extensión masiva del intestino grueso.

Su médico de cabecera, Alistair James, recordó que la madre de la adolescente había intentado que su hija aceptara ir al médico en las semanas anteriores a la muerte pero no lo consiguió.

James había prescrito laxantes, pero no había podido examinar el abdomen de Emily. "Si hubiera podido, habría hablado con ella y su muerte se hubiera podido evitar con el tratamiento adecuado", añadió.

Emily se derrumbó mientras en su casa el 8 de febrero de 2013. Los paramédicos intentaron reanimarla pero más tarde fue declarada muerta en el hospital. Lee Taylor, uno de los paramédicos que la asistió dijo que Emily estaba muy pálida. Se quejaba de dolor entre sus hombros, dijo a los investigadores investigación, pero no se dio cuenta de ningún hinchazón abdominal y recordó que la niña se negó a ir al hospital y que era extremadamente reacia a ser examinado.

Taylor dijo que cuando llegó a la casa de la familia por segunda vez en la misma noche, pasadas las cuatro de la mañana, "su padre James estaba gritándonos para que la ayudáramosy decía que algo iba mal, muy mal".

Cuando llegaron hasta Emily, vieron que tenía el abdomen muy extendido y que sus costillas habían sido desplazadas más abajo del hueso de la cadera. Ya era tarde y a pesar de los esfuerzos realizados por salvarla, no pudieron recuperarla.