San Antonio

Una anciana vive con un feto momificado en su vientre desde hace 60 años

Estela de las Mercedes Meléndez Jiménez junto a la radiografía que confirma lo que ella ya sabía desde hace tiempo
Estela de las Mercedes Meléndez Jiménez junto a la radiografía que confirma lo que ella ya sabía desde hace tiempolarazon

Estela de las Mercedes Meléndez Jiménez tiene oficialmente 92 años, aunque ella defiende que en realidad son 109. La vida de esta anciana chilena estado plagada de momentos trágicos, que tiraron por tierra todos sus sueños. El más anhelado era ser madre, algo que nunca logró. Casada desde los 17 años con Manuel Gónzález, que llevaba dinero a casa gracias a la pesca artesanal. Poco después de su enlace, comenzaron los problemas y según recuerda Mercedes con gran lucidez y gran pena, uno de los peores momentos de su vida fue cuando le comunicaron que el hijo que esperaba había muerto. Su tristeza se multiplicó hace unos días, cuando conoció que por una serie de errores médicos, el feto momificado todavía permanece en su vientre.

Nada más saber que el feto estaba muerto acudió al hospital, donde le hicieron un raspado. El doctor que la atendió le dijo que tenía cáncer, que iba a morir en tres días y que no podían hacer nada por ella: "Yo siempre he sabido que el feto estaba ahí porque nunca hicieron nada por sacármelo", cuenta al diario chileno "El líder de San Antonio".

Estela asegura que no ha pasado un solo día en que no haya sentido molestias a causa de esta "piedra"de más de dos kilos que tiene en el lado derecho de su vientre: "Me molesta para orinar, ha afectado a mi cadera y tengo que usar bastones. He sufrido fuertes dolores de estómago durante mucho tiempo, pero lo peor fue que, por ser pobre, nadie me quiso ayudar cuando se podía y por culpa de eso yo nunca pude tener hijos", indica con gran tristeza.

Luis Meléndez, sobrino y ahijado de la abuelita "Tela", como cariñosamente la llaman, reconoce que su familia siempre ha estado al tanto de la situación y que, a pesar de haberla tratado de ayudar para así terminar con sus molestias, nadie la tomó en cuenta. "Nos da mucha pena verla así porque siempre se ha quejado del dolor. Además ella dice que esa pelota dura que tiene en el estómago se le mueve de un lado para otro. Lo que le ha pasado a mi tía impacta a cualquiera", confiesa.

Este insólito descubrimiento se produjo hace tan solo unos días, después de que Estela sufriera una caída y tuviera que ser hospitalizada con una lesión en su brazo derecho. Según Luis, la profesional que la atendió ordenó que le realizaran una radiografía de cadera y a raíz de los sorprendentes resultados, la facultativa le mandó a efectuarse nuevos exámenes, que finalmente corroboraron sus sospechas.

"A la doctora le llamó la atención que mi tía tuviera barriga igual que una mujer embarazada. Por eso decidió repetirle las pruebas. Cuando comprobó sus sospechas dijo que tenía un feto momificado hace mucho tiempo en su vientre. El tema es que nosotros ya lo sabíamos y todos los doctores que la han atendido en el hospital y en el consultorio también lo sabían, pero nadie hizo nada por ayudarla cuando se podía, porque ahora, por su avanzada edad, ya no se lo pueden sacar", recalca molesto Luis.

El 31 de diciembre del año pasado Estela quedó viuda. Su salud y su estado de ánimo decayeron un poco, pero gracias a los cuidados de su ahijado, la anciana se encuentra en buenas condiciones "dentro de lo posible", dice Luis. -Era un mujer bien vital y muy echada para adelante, que siempre sufrió por no poder convertirse en madre porque era lo que más quería en este mundo".

Luis cree "que alguien debiera hacer algo por ella ahora que es tiempo. Alguien debe hacerse responsable por todo lo que ha pasado porque no es posible que una mujer lleve más de 60 en su barriga el feto de su hijo y nadie haya hecho nada por ayudarla. Es cierto que no la pueden operar, pero a lo mejor debería recibir una indemnización por todo el mal causado". La verdad es que mi tía no vive, sino que "sobrevive"con una pensión muy baja, que no le alcanza para vivir.