Estudios

A uno de cada cuatro universitarios sus estudios no les valen para encontrar trabajo

Las mujeres eligen grados que en el mercado laboral están peor pagados

Alumnos en la Facultada de Económicas de la Complutense, tras realizar la EVAU.
Alumnos en la Facultada de Económicas de la Complutense, tras realizar la EVAUJesús G. FeriaLa Razón

Es innegable que existe una brecha laboral y salarial entre hombres y mujeres. Muchos estudios lo corroboran. Otra cuestión es por qué sucede esto cuando resulta que el 60% de los estudiantes que salen de las universidades con un título debajo del brazo son mujeres y se supone que la empleabilidad de aquellos que estudian un grado universitario es superior a la de aquellos que deciden no hacerlo, como demuestra el hecho de que cinco años después de graduarse, casi el 90% está trabajando. Un estudio que lleva por título “Jóvenes universitarios y empleabilidad”, elaborado por Randstad research y CEU, da una explicación a esta situación: la clave está en que “hay más mujeres en carreras que luego tienen menos remuneración en comparación con los hombres. El origen está, en mayor medida, en la elección de los estudios que en el sexo”, expone el estudio presentado hoy.

La tasa de desempleo es casi nula en Ingeniería electrónica, Podología e Ingeniería aeronáutica, carreras que tienen más alumnos hombres; mientras que en Historia, Literatura y Filosofía las cifras de desempleo se disparan y cuentan con más egresados mujeres. Basta con ver las tasas de paro de los titulados en Filosofía (18,4%), que resulta 20 veces superior a los que han cursado una ingeniería electrónica (0,9%), según refleja el estudio.

La evolución demográfica tampoco ayuda porque, si bien España es uno de los países con una tasa de natalidad más baja, las cifras tampoco parece que se reviertan en los próximos años. La proporción de titulados universitarios que han estudiado disciplinas relacionadas con la Educación (17,4%), casi duplica la media de egresados en esta área en la UE (9,8%) y también son más mujeres las que eligen estos estudios.

En estos momentos, las áreas de conocimiento con mayor empleabilidad son las de Ingeniería, TIC e Informática o Ciencias. Sin embargo, con un 21,9% de egresados en estos ámbitos, aún estamos lejos de la media europea de alumnos que se forman en estos conocimientos (27,2%).

El tipo de estudios que un alumno escoja determina también el tiempo medio que va a tardar en encontrar trabajo. Así, mientras la gran mayoría de los titulados en Medicina encuentran empleo en menos de tres meses desde que acaban sus estudios, casi la mitad de los titulados en Ciencias sociales tardan más de dos años en encontrar empleo, tal y como refleja el estudios, un área de conocimiento en el que predominan las mujeres.

Tasa de paro de los graduados
Tasa de paro de los graduadosRadstand research/CEU

Evolución del mercado

Ahora bien, ¿hacia dónde evoluciona la empleabilidad? ¿Cómo cambiará la oferta y la demanda? El estudio concluye que la transformación digital creará oportunidades de empleo. “A los que elijan este camino no les faltará trabajo porque entre las nuevas ocupaciones de la digitalización encontramos especialistas en internet de las cosas, ciberseguridad, inteligencia artificial, big data, comercio electrónico, social media, ingenieros en robótica y en FinTech en el sector financiero”. De hecho “ Muchos de los llamados “nuevos empleos” están asociados al mundo digital, y también a la transición medioambiental (los llamados “empleos verdes”)”, como todos aquellos que tienen que ver con la eficiencia energética, energías renovables, movilidad sostenible o gestión del agua o de recursos.

No obstante, el estudio expone que la mayoría del empleo que se genere durante los próximos años no será para especialistas digitales porque es un sector pequeño en su conjunto. Si bien el estudio no concreta en qué sectores se crearán estas oportunidades, ya que dependerá de hacia dónde se orienten las demandas de la sociedad que se encuentra en una profunda transformación, “cada vez será más necesario contar con un cierto nivel de competencias digitales en todos los sectores y tipos de empleo, pues la forma de trabajar estará cada vez más basada en utilización de herramientas digitales. También serán más necesarias otro conjunto de competencias complementarias (transversales o soft skills) como la capacidad de análisis, la resolución de problemas, la interacción con otras personas, la organización…”.

Lo previsible es que, dado el progresivo envejecimiento de la población, haya más empleo en sectores como el de la sanidad o el de los cuidados. También se espera que siga habiendo desajustes la oferta y demanda que mantendrá la escasez de profesionales en algunos empleos, como revela el hecho de que los graduados en informática son menos hoy que hace diez años y esto genera dudas sobre si será posible cubrir la demanda de nuevos empleos que vengan de la mano de la digitalización.

Utilidad del título
Utilidad del títuloRandstad/CEU

Dificultades

Los graduados universitarios que están en paro destacan tres dificultades más importantes que la formación universitaria para encontrar empleo: la falta de experiencia profesional, la falta de conocimiento de idiomas (aunque el 84,4% habla uno o dos idiomas distintos de su lengua materna, y la exigencia de encontrar un trabajo acorde con las expectativas propias. Ahora bien, cuando salen al mundo laboral tres de cada cuatro encuestados cobran menos de 1.000 euros al mes en su primer empleo, aunque cinco años después de graduarse este salario aumenta un 48%.

Luego se da la circunstancia de que hay titulaciones que destacan porque tienen un elevado porcentaje de graduados trabajando por su cuenta, como empresarios o autónomos, por lo general sin trabajadores a su cargo. Es el caso de muchos profesionales de la salud, como odontólogos, podólogos, fisioterapeutas o dietistas, así como titulaciones del campo de la arquitectura, el diseño o el propio derecho.

Por otra parte, y aunque lo lógico es trabajar en un ámbito sobre el que se ha estudiado, se da la circunstancia de que uno de cada cuatro graduados universitarios tiene un trabajo que no tiene relación con lo que ha estudiado.