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Víboras en casa: este es el lugar exacto donde se refugian durante la ola de calor
Pocas cosas resultan tan aterradoras como encontrarte con una serpiente dentro de tu propio hogar

No hay miedo más visceral que el que provoca lo inesperado. Y pocas cosas resultan tan inesperadas, y aterradoras, como encontrarte con una serpiente dentro de tu propia casa. No hacen ruido. No avisan. Se escabullen entre rincones oscuros, pasan desapercibidas y, cuando menos lo imaginas, están allí, bajo la lavadora, detrás de una caja, o al pie del calentador.
Durante las olas de calor, las víboras no buscan aventura, ni comida simplemente buscan sobrevivir. Y las casas, con sombra, humedad y rincones oscuros, ofrecen el oasis perfecto. Garajes, sótanos, o trasteros se convierten, sin que lo notemos, en una invitación abierta para estos animales que solo quieren escapar del sol abrasador del exterior.
¿Por qué las víboras entran en casa durante el verano?
La explicación es tan sencilla como inquietante, ya que durante las olas de calor, muchos reptiles buscan espacios frescos, oscuros y húmedos para no deshidratarse. Cuando las temperaturas superan los 30 o 32 °C, el suelo y la vegetación natural ya no les ofrecen refugio, y las víboras recurren a alternativas más “urbanas”. Es entonces cuando empiezan a aparecer en zonas residenciales, especialmente en municipios con entornos naturales cercanos.
Las víboras áspid y otras especies similares pueden deslizarse por huecos minúsculos, incluso de apenas 1,5 cm, si perciben humedad o movimiento de pequeños roedores. Si dejas la puerta del garaje entreabierta, una rejilla mal sellada o una rendija sin revisar, estás ofreciendo sin saberlo un acceso directo a tu hogar.

Este es su escondite favorito
Contrario a lo que se suele pensar, las víboras no se esconden en camas o cocinas. Prefieren lugares silenciosos, con poca luz, humedad constante y mínimas molestias. Según informes de expertos en biodiversidad, los refugios más frecuentes son:
- Detrás o debajo de la lavadora.
- Junto al calentador de agua o termos eléctricos.
- En sótanos con ventilación escasa y desagües.
- Entre cajas apiladas en trasteros.
- Bajo estanterías metálicas, con polvo y sin movimiento frecuente.
Errores comunes que pueden convertir tu casa en un refugio de víboras
Durante el buen tiempo, ciertos hábitos aumentan drásticamente el riesgo de intrusión por parte de estos reptiles. Algunos de los errores más frecuentes son:
- Dejar accesos abiertos o mal cerrados, como garajes o trasteros.
- Acumular objetos cerca de las paredes, que dificultan la limpieza y el control visual.
- Tener rejillas, rendijas o conductos sin protección o deteriorados.
- Permitir la presencia de roedores, que son presa fácil para las víboras.
- Descuidar la limpieza de zonas húmedas y poco transitadas.
Según datos recopilados por servicios de emergencia en el sur de Europa, 7 de cada 10 casos se detectan días después de la entrada del animal. La prevención pasa, sobre todo, por cerrar bien puertas y revisar puntos ciegos con frecuencia.
¿Qué hacer si te encuentras una víbora en casa?
La primera regla es no entres en pánico. Aunque su aspecto imponga, las víboras no buscan atacarte. De hecho, una víbora que ha entrado en casa suele estar desorientada y busca salir. Nunca intentes matarla ni capturarla por tu cuenta porque podrías ponerte en peligro innecesariamente. Sigue estos pasos:
- Cierra la puerta de la estancia donde la encontraste.
- Sal con calma y evita hacer movimientos bruscos.
- Llama a los bomberos o al centro de fauna silvestre de tu comunidad.
- No pierdas de vista al animal desde una distancia segura, si puedes.
Las mordeduras en interiores son extremadamente raras, y casi siempre ocurren tras intentos torpes de intervención. La mejor solución es dejarlo en manos de profesionales.
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