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Movilidad

De aspiradores a coches: Dreame quiere crear el supercoche eléctrico más rápido del mundo

Puede que conozcas a Dreame por su porfolio de aspiradores robot. Ahora, la empresa ha formado un equipo de 1000 trabajadores para desarrollar su primer coche eléctrico

Coche de Dreame Dreame

Si pensabas que lo habías visto todo en la loca carrera por la electrificación del automóvil, agárrate, porque la última noticia que nos llega desde China es de esas que te dejan con la boca abierta y te obligan a repensar dónde están los límites de la ambición tecnológica. Es la historia de cómo una empresa que conoces por sus aspiradores robot ahora quiere construir nada menos que el supercoche eléctrico más rápido del mundo.

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La escena es un tanto surrealista. De un día para otro, una marca que asocias con la limpieza del hogar, con la comodidad de que un pequeño robot se pasee por tu salón, de repente anuncia que se mete en el negocio automotriz. Y no para hacer un utilitario eléctrico, ni un SUV familiar. No. Dreame Technology ha anunciado oficialmente su entrada en la industria automotriz con un objetivo cuanto menos aqmbicioso: crear un vehículo eléctrico puro de ultra-lujo que compita directamente con el Bugatti Veyron, con un debut previsto para 2027.

En este sentido, la declaración de la compañía es tan ambiciosa como descarada: "Hoy, Dreame anuncia oficialmente su entrada en la fabricación de automóviles para construir el coche más rápido del mundo". Cuidado con esto, porque no es una frase cualquiera. Es un guante lanzado directamente a los pies de gigantes automovilísticos con décadas de historia. ¿De verdad una empresa de aspiradoras puede soñar con desbancar a los iconos de la velocidad? Dreame, al menos, tiene la determinación de intentarlo, y eso, en un mundo que a menudo peca de conformista, ya es digno de mención.

Por otro lado, la promesa no se queda solo en la velocidad. Dreame asegura que su primer modelo de ultra-lujo ofrecerá la "máxima experiencia de conducción" gracias a sus "súper motores" y que establecerá un "ecosistema inteligente" distinto, que permitirá una integración perfecta con los hogares inteligentes y los dispositivos móviles de los usuarios. Aquí es donde el conocimiento de Dreame sobre el hogar conectado puede jugar a su favor, intentando trasladar esa comodidad digital al habitáculo del vehículo.

Para muchos, este anuncio podría parecer una ocurrencia, una de esas modas pasajeras que vemos en la industria tecnológica china. Sin embargo, Dreame se apresura a aclarar que esta incursión en el mundo del motor no es ni una decisión precipitada ni una persecución de tendencias. La empresa afirma que sus planes de desarrollo de vehículos se remontan a 2013, lo que implica una década de gestación en la sombra.

Asimismo, para materializar esta visión, Dreame ha reunido un equipo automotriz de casi 1.000 personas y sigue en plena expansión. Esto demuestra que la inversión y el compromiso son reales, no solo una declaración de intenciones vacía. La experiencia de Dreame en la fabricación de motores de alta velocidad para sus aspiradoras robot y otros producto es el pilar sobre el que construyen su ambición. Al fin y al cabo, un motor eléctrico, ya sea para un robot de limpieza o para un supercoche, requiere de una ingeniería de precisión y una eficiencia que, si han dominado en un ámbito, quizás puedan replicar en otro.

Dreame es consciente de que la industria automotriz china ha entrado en una fase de intensa competencia, donde la carrera por la innovación tecnológica, la velocidad de iteración y la integración de la cadena de suministro son cruciales. A pesar de su tardía entrada, la compañía declara: "Puede que no seamos los primeros en embarcarnos en este viaje, pero seremos los más decididos". Una afirmación que suena a reto, a un "aquí estamos para dar guerra" que no se esconde.