Pese a que llevamos unas semanas en las que no podemos quejarnos de estrenos en los cines, también es verdad que no todas estas nuevas películas lo están haciendo como sus responsables esperaban de ellas, salvo alguna que otra excepción, claro está.

F1, protagonizada por Brad Pitt, Damson Idris, Kery Condon y el español Javier Bardem, quienes comparten cámara con los pilotos oficiales del Campeonato Mundial de Fórmula 1 de la FIA, es de las que puede presumir por cómo se está comportando en cartel y por cómo hemos respondido los espectadores, habiendo batido ya no uno sino dos récords para Apple.

No eran especialmente difíciles de romper, pero ahí están

La cinta de Joseph Kosinski, el también director de Top Gun: Maverick, otro gran éxito que también fue de récord en récord, ha recaudado 293 millones de dólares en taquilla global tras apenas diez días en cartelera, superando los totales acumulados durante toda su exhibición en salas del otro gran estreno de Apple, Napoleón, de Ridley Scott, que se quedó en los 221 millones de dólares recaudados en taquilla.

Aunque el presupuesto supera los 250 millones de dólares (más unos 100 adicionales en marketing), lo que implica que aún está lejos de ser rentable, estos números aportan aire fresco a la estrategia cinematográfica de Apple, que había encadenado varios tropiezos en salas, aunque como ya sabemos no es algo que preocupe en demasía a la compañía de la manzana mordida.

Pero eso no es todo, porque F1 también ha logrado el mejor estreno en cines de una película de Apple, con 57 millones de dólares en su primer fin de semana en Estados Unidos y 146 millones a nivel global.

Si no la habéis visto, tranquilos, porque todavía estáis a tiempo, pues aunque con el tiempo acabará apareciendo en el servicio de vídeo a la carta Apple TV+, su éxito en cines aseguran que al menos todavía le resten unas cuantas semanas en la gran pantalla.

De qué va 'F1'

Son tiempos difíciles para APXGP, una escudería ficticia al borde de la desaparición. En un intento desesperado por salvar al equipo, deciden fichar a Sonny Hayes (Brad Pitt), un antiguo piloto de Fórmula 1 que se retiró tras un grave accidente. Ahora, Hayes vuelve a los circuitos no solo para competir, sino también para formar a una joven promesa, Joshua Pearce (Damson Idris), con la esperanza de devolver la gloria al equipo.