Espacio
No es una película de Michael Bay: la NASA se plantea usar bombas nucleares para evitar que un asteroide choque contra la Luna
Se baraja una opción drástica para un asteroide que podría chocar con la Luna en 2032: pulverizarlo con dos bombas nucleares para proteger los satélites en órbita
La aniquilación de un asteroide con armas nucleares es la opción que las agencias espaciales estadounidenses están estudiando para afrontar una amenaza inédita. No se trata de un guion de ciencia ficción para salvar a la humanidad de un impacto directo, sino de una medida preventiva, casi quirúrgica, para proteger la frágil red de infraestructuras que orbita sobre nuestras cabezas. El objetivo es claro: destruir la roca por completo antes de que su trayectoria provoque un desastre en cadena.
El objeto que ha puesto en marcha este plan de contingencia es el 2024 YR4, un asteroide de entre 53 y 67 metros de diámetro detectado el pasado mes de diciembre. Aunque su riesgo de colisión con nuestro planeta es nulo —tiene una calificación de cero en la escala de Turín—, los cálculos orbitales revelan una probabilidad de impacto del 4% contra nuestro satélite natural, acontecimiento que tendría lugar en el año 2032 según los cálculos y que es algo que requiere de una intervención.
Un arsenal nuclear para proteger la órbita terrestre
Y es que el verdadero peligro no reside en un choque contra la Tierra, sino en un posible impacto contra la Luna. Un evento de esta naturaleza levantaría una colosal nube de polvo y escombros desde la superficie lunar. Estos fragmentos, proyectados hacia el espacio, se convertirían en una lluvia de proyectiles mortales para los miles de satélites que operan en la órbita baja terrestre, poniendo en jaque las comunicaciones globales, los sistemas de navegación y misiones científicas de valor incalculable; una auténtica pesadilla logística.
Por este motivo, se han evaluado distintas estrategias. Una misión de desvío, similar al exitoso ensayo DART de la NASA, se ha considerado poco práctica debido a las características del asteroide y a los ajustados plazos disponibles, una disyuntiva que detalla el medio Techspot. Ante la imposibilidad de simplemente apartarlo de su camino, la opción de pulverizarlo se ha convertido en la propuesta con más peso sobre la mesa.
En concreto, el plan consiste en interceptar el 2024 YR4 con dos dispositivos nucleares de 100 kilotones cada uno. La doble detonación coordinada buscaría desintegrar la roca en fragmentos inofensivos. Para hacerse una idea de la magnitud de la energía liberada, cada una de estas cargas tendría una potencia entre cinco y ocho veces superior a las bombas atómicas que se lanzaron sobre Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial.
Asimismo, los expertos ya han definido el calendario para una operación de tal envergadura. La misión tendría una ventana de lanzamiento muy ajustada, que se abriría entre los años 2029 y 2031. Este margen temporal sería el imprescindible para garantizar que la nave con su carga nuclear pueda alcanzar y neutralizar el asteroide antes de que se aproxime peligrosamente a la Luna en 2032.