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Bill Gates

El polémico reactor nuclear de Bill Gates despierta dudas tras su aprobación exprés

Lo que debía ser un avance en energía limpia se ha convertido en un motivo para encender las alarmas en EE UU, después de que Natrium, el reactor nuclear apoyado por Bill Gates, generara múltiples críticas por parte de científicos

El reactor de fusión nuclear "tokamak" de la US EUROPAPRESS

La carrera global por la energía nuclear avanzada acaba de sumar un nuevo episodio polémico, después de que, en pleno impulso político de EE UU por liderar las tecnologías energéticas “de nueva generación”, la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) aprobara con meses de adelanto la evaluación de seguridad del reactor rápido de sodio Natrium, un proyecto estrella de TerraPower, la compañía fundada por Bill Gates.

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El movimiento ocurre en un momento en el que Washington quiere mostrar capacidad de innovación frente a China y Rusia, que llevan años invirtiendo en reactores experimentales, pero esta prisa por avanzar no convence a parte de la comunidad científica, que alerta de que las revisiones técnicas están quedando supeditadas a calendarios políticos.

Según la Unión de Científicos Preocupados (UCS), la decisión de acelerar el proceso, originalmente previsto hasta 2026, responde a una presión directa del Congreso y de la Casa Blanca, y es que lo que inquieta a los expertos no es solo el ritmo, sino los riesgos asociados al propio diseño del reactor, que usa sodio líquido como refrigerante, un material altamente inflamable.

En un comunicado, varios especialistas advierten que el Natrium presenta “defectos de seguridad inherentes” que deberían haberse evaluado con mayor profundidad antes de dar luz verde a su construcción en Kemmerer, Wyoming.

Críticas a una aprobación apresurada

Según lo publicado por Interesting Engineering, la revisión oficial del permiso de construcción, presentada en marzo de 2024, debía completarse en agosto de 2026, sin embargo, la NRC concluyó su evaluación nueve meses antes, ajustándose al plazo máximo de 18 meses marcado por la Orden Ejecutiva 14300 del presidente Donald Trump.

Para eldoctor Edwin Lyman, director de seguridad de energía nuclear en la UCS, la decisión “representa un abandono de la obligación de proteger la salud pública y el medio ambiente”, pues asegura que el único modo de cumplir un calendario tan corto es “pasar por alto problemas de seguridad graves” o posponer análisis clave para la fase de licencia operativa, cuando ya sería demasiado tarde para modificar el diseño.

Un reactor sin contención física y con refrigerante inflamable

Uno de los puntos más controvertidos es el refrigerante de sodio líquido, capaz de incendiarse si entra en contacto con el aire o el agua. Lyman sostiene que el Natrium también presenta inestabilidades que podrían provocar incrementos repentinos e incontrolados de potencia, con riesgo de daños al combustible nuclear.

Otro foco de preocupación es que el diseño carece de una estructura de contención física tradicional, el sistema que en los reactores actuales actúa como barrera frente a fugas radiactivas en caso de accidente grave. Por su parte, TerraPower defiende que su diseño incorpora una “contención funcional”, pero la NRC admite que aún no ha determinado si esta alternativa es realmente adecuada.