Los patinetes eléctricos han pasado del 1% en 2018 a ocupar el 60% de la demanda de Vehículos de Movilidad Personal en 2019. Y no solo eso, 2020 va a estar lleno de gente con estos artilugios. Este vehículo ha sido el regalo estrella en las pasadas navidades, de hecho, están agotados en la mayoría de los puntos de venta y los clientes tuvieron que reservar los modelos más solicitados para no quedarse sin ellos. Se han convertido en una alternativa real de movilidad en unas ciudades donde cada vez es más complicado utilizar el coche.

La bicicleta eléctrica, sin embargo, ha pasado de acaparar el 76,21 % de la demanda en 2018, a apenas sobrepasar el 27 % en 2019. Las bicicletas plegables también han caído desde el 10,57% a tan solo el 2,78%. Las monociclos eléctricos siguen sin convencer a los usuarios (sólo el 0,33% de los que buscaron una alternativa de VMP se decantaron por esta modalidad en 2019, la mitad que en 2018).

Los modelos más demandados son los de Xiaomi, seguido por Brigmton, StakeFlash y la española Cecotec. Existe la percepción ampliamente aceptada de que los vehículos de movilidad personal constituyen una solución ecológica en las ciudades e infinitamente menos contaminante que otros medios de transporte, ya sean públicos o privados.

Sin embargo, los accidentes causados por estos aparatos no dejan de crecer. Por ello la DGT ha publicado una nueva instrucción transitoria con el objetivo de establecer criterios clarificadores para los usuarios que manejan estos aparatos. Los usuarios de VMP tienen la obligación de someterse a las pruebas de alcohol y drogas, siendo sancionados con la misma cuantía económica que si condujeran otro vehículo.

Además, ya se están tomando medidas para que sea obligatorio tener un seguro para circular por las vías urbanas con este tipo de patinetes. Siguiendo la clasificación que ya mantienen ciudades como Madrid o Barcelona, la velocidad máxima de los eléctricos se acotará a 25 km/h y no podrán usarse por las aceras. Nos vamos hacia el fin de la ley de la selva.