Las impresoras 3D podrían ser la salvación contra el coronavirus

Hasta ahora habíamos comprobado que las impresoras 3D habían conseguido replicar de todo. Algunos las utilizaron para la gastronomía, en otras ocasiones incluso para fabricar elementos que permitieran hacer una casa completa. Ahora la solidaridad que inunda el mundo contra el COVID-19 ha hecho que todas las impresoras de última tecnología se hayan enfocado a ayudar con la pandemia. Respiradores, mascarillas y material sanitario imprescindible y escaso está produciéndose de manera altruista por todo el planeta y podrán ser la salvación de miles de pacientes hospitalizados y del personal sanitario.

El proyecto más importante en nuestro país la lleva a cabo la llamada comunidad maker formada por usuarios de impresoras 3D, que ya son más de 13.000 por toda España, y que comparten proyectos de código abierto coordinados por telegram. Entre ellos hay médicos,, ingenieros, profesores, enfermeros, escuelas, empresas y particulares, que fabrican mascarillas,EPIS y hasta tiradores de plástico para manipular puertas para los trabajadores de atención domiciliaria. De momento hacen stock hasta recibir instrucciones del ministerio de Sanidad. Tal como ha señalado a Efe uno de los coordinadores de Coronavirus Makers en Catalunya, Néstor Aparicio, en Barcelona el punto de gestión es la Escuela Superior de Diseño y Arte Llotja, que ha cedido sus instalaciones para ubicar en ellas un “centro logístico” desde el que se organizan los recursos. “Estamos produciendo todos los días y, en función de las donaciones, vamos distribuyendo a los hospitales. Continuamente hay furgonetas haciendo rutas de recogida a domicilio y esperamos alcanzar la mayor producción posible para abastecer a todos los centros”, ha resaltado Abel, otro de los coordinadores.

Para conseguirlo, Coronavirus Makers necesita más donaciones de filamento, en concreto, bobinas del modelo “PLA 1,75 mm”, que distribuirán también entre las personas que imprimen para no cesar la actividad. El Grupo Aspasia, entidad del sector formativo a nivel nacional, está colaborando con ellos proveyéndoles de una impresora 3D y cualquier otro tipo de material que necesiten para poder desarrollar la iniciativa, como recoge la empresa en un comunicado remitido a Europa Press. La iniciativa, que se creó en Madrid llega después de lo sucedido en un hospital de la ciudad italiana de Brescia, en la región de Lombardía, que solucionó la falta de respiradores con la ayuda del ingeniero local Christian Fracassi, que fabricó las válvulas de estos productos mediante la impresión 3D.

Por su parte la Universidad de Burgos a través del espacio UBU Maker, ha hecho un llamamiento a todos aquellos que posean una impresora 3D para ayudar a crear pantallas de proteccion individual para los trabajadores sanitarios y viseras de protección, hasta el momento se han unido 120 participantes. La Universidad politécnica de Cartagena (Murcia) ha creado el proyecto A.I.R.E. (Ayuda Innovadora para crear Respiradores) con equipos multidisciplinares y cientos de foros donde cada uno aporta ideas, proyectos y colaboración.

En Andalucía han conseguido reunir 600 impresoras con las que fabrican pantallas de protección para hospitales y policías. El proceso trata de fabricar la montura de la pantalla y se le añade una lámina de acetato rectangular, con una producción de 4.000 unidades por día. Algunas de ellas ya se han distribuido entre el personal de residencias, farmacéuticos y policía local. Otro de los grandes proyectos es el llevado a cabo por el Consorci de la Zona Franca y el centro tecnológico LIetat para crear un respirador. El delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, Pere Navarro, ha asegurado que esta semana llegará el permiso de la Agencia Española del Medicamento y se empezarán a fabricar en Catalunya respiradores impresos en 3D. “Tenemos el diseño, tenemos la fabricación, tenemos el ensamblaje y tenemos la logística para que llegue a todas partes”, ha asegurado Pere Navarro, que ha dicho que antes de que acabe esta semana se alcanzará una producción diaria de 300 unidades de unos aparatos definidos como “de batalla” y que permiten respirar a personas que están intubadas y que entran en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Empresas volcadas

Seat junto al hospital Clinic, estñan fabricando un respirador sencillo y barato y también quieren producir mascarillas. La marca también ha apoyado la iniciativa llevada a cabo por algunos de sus trabajadores para fabricar máscaras en impresoras 3D en sus propios domicilios. Para ello, les ha cedido tanto la veintena de impresoras 3D que tiene la compañía como los consumibles necesarios para dar forma a los productos. Navantia, HP e Inditex son otras empresas que se han rehecho para poder ayudar con la producción de productos necesarios para luchar contra la pandemia. LamEscuela de Barcelona Mare de Dèu dels ÀNgels, hace pantallas de protección y los trabajadores de la planta Rubí Plastics de Continental Automative, crean pantallas con el material de cada uno en casa.

En el extranjero también son bastantes los esfuerzos que se hacen, de momento a nivel personal para ayudar a que siga habiendo suministros médicos y para los cuerpos de seguridad. Según Businessinsider, un joven de 26 años, Guoillermo Martónez al frente de Ayudame 3d que ha recibido el premio Fundación Princesa de Girona Social 2020 y que fabrica protesis 3 d para África ya crea mascaras protectoras para las residencias de ancianos.

Guillermo Cabrera tiene 60 años, sufre de EPOC y es hipertenso. Se encuentra haciendo cuarentena, en estricto aislamiento, ya que está dentro de lo que se denomina grupos de riesgo. Pero la distancia física no le impide estar cerca de su hijo, Gerónimo, de 21 años. quien se encuentra en el taller junto a 6 impresoras funcionando en simultáneo. Ambos oriundos de Banfield,Argentina, son fundadores de “Te doy una mano”, emprendimiento solidario de impresión 3D en donde fabrican prótesis para quienes más las necesitan. Por un artículo en un diario italiano vieron que el principal problema que estaba sucediendo en el país europeo era que faltaba el insumo -que es desechable- de las “válvulas venturi” para los respiradores, -equipamiento médico elemental y vital para asistir mecánicamente en la respiración a los pacientes con más complicaciones y fallas agudas respiratorias- que si bien faltaban respiradores, lo que más faltaba eran las válvulas y se pusieron manos a la obra.