Tecnología
Facebook investiga cuentas falsas para apoyar al Gobierno
La cartera que dirige Salvador Illa explica que ya ha puesto en conocimiento de la famosa red social la existencia de una actividad anómala en su perfil oficial
El dato es, cuanto menos, curioso: el vídeo en el que el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, explica cómo se ha ido reduciendo el incremento diario de casos por coronavirus en España acumula más de 49.000 interacciones en la página oficial del Ministerio de Sanidad en Facebook. Lo normal es que una publicación cualquiera en este mismo tablón alcance entre los 2.000 y los 3.000 me gusta a lo largo de varios días. Pero, además, llama la atención porque centenares de las supuestas personas a las que les agrada esta información responden a nombres tan poco comunes como Kennedi Accornero, Iliana Shimkus, Gianna Hagele, Keyla Mounger o Taryn Marazas. Y lo más curioso es que todos ellos son mujeres jóvenes y extranjeras que han creado su perfil en las últimas horas y que no han hecho otra cosa que dar likes a los posts del Gobierno.
Lo único que sabemos, por ejemplo, de Celia Wicklund es que tiene los ojos azules y el pelo rubio. Por lo demás, no tiene ningún amigo en esta red social, no ha escrito ni compartido nada nunca, no da ningún detalle en su descripción personal… Bueno sí, que le encanta un vídeo de este mismo organismo público sobre las “recomendaciones para personas con alergia y/o asma durante la epidemia de COVID-19”. Exactamente igual que Chasity Beausoleil o Amina Overley. En definitiva, perfiles que no concuerdan absolutamente en nada con el público que espera esta información. O, lo que es lo mismo, falsos.
“Son bots generadores de tráfico”, explica Pedro López, experto en Marketing Digital. “Se utilizan para inflar la cantidad de seguidores en las redes sociales y para difundir información en apoyo a un determinado grupo. Se comportan como si fueran personas de carne y hueso, pero sin saber diferenciar si el contenido con el que interactúan es bueno o malo”. De ahí que aparezcan muchos iconos de risa en un vídeo que trata sobre las muertes provocadas por el virus. Estos programas informáticos actúan, precisamente, así: con comentarios y reacciones que no tienen ningún tipo de validez. Pero, ¿es legal? “Totalmente. De hecho, es una práctica muy común pensada para mejorar la reputación en las redes sociales y para aumentar la audiencia que verdaderamente se interesará por esa información. No es extraño que influencers, youtubers o políticos recurran a ellos para aumentar su presencia en Internet”. Así lo hizo Donald Trump durante las elecciones que le elevaron a presidente de Estados Unidos.
Según ha manifestado el Ministerio de Sanidad al respecto, “desde el pasado viernes 17 de abril, es víctima de actividad fraudulenta por parte de diversas cuentas aparentemente falsas que generan interacciones masivas en publicaciones concretas de la cuenta oficial de Facebook”. Por eso, el mismo día, puso en conocimiento de Facebook la existencia de una actividad anómala en su cuenta oficial, algo que la red social ya está investigando. "Desde el inicio de la crisis, un equipo de comunicación del Ministerio de Sanidad realiza una intensa labor de divulgación de contenidos de carácter informativo basada en vódeos e infografías de servicio público y de carácter profesional”.
Si bien es cierto que, hasta ahora, no se había tenido constancia del uso de estos artificios por algún organismo público estatal, también lo es que fue el Ejecutivo de Pedro Sánchez el que acusó a varios partidos de derecha de usar cuentas falsas para desacreditar su labor en la lucha contar la enfermedad. “La culpa la tienen las feminazis”, recoge un tuit del perfil oficial del PSOE, publicado el 30 de marzo de 2020. "¿Lo habéis visto en miles de perfiles y bots difundidos de forma viral por la ultraderecha y la derecha? ¿A que sí? Pues no. Las manifestaciones feministas del 8M no fueron culpables de la extensión de la pandemia”.
201.993 seguidores y subiendo
El algoritmo de la red social de Mark Zuckerberg otorga más visibilidad en el muro de actualizaciones a aquellas publicaciones que cuenten con mayor número de interacciones. Lo que permitirá que muchos más usuarios accedan al contenido. “No hay que perder de vista que esta acción puede estar realizada conscientemente o no. Es decir, que la haya efectuado alguien afín al Gobierno para beneficiarle, pero también podría haberla desarrollado alguien contrario para perjudicarle", sostiene María Velázquez, experta en Reputación Online. Si realizamos una comparación entre el post del Ministerio de Sanidad en Facebook con mayor cantidad de me gusta (49.000) y uno cualquiera que no se haya visto afectado por esta práctica (3.500), se obtiene que más de 90% de las interacciones serían completamente ficticias. “Resulta difícil cuantificarlo. Es posible que ese vídeo haya podido tener más impacto que otros, pero no con una diferencia tan grande".
Sobre todo, cuando el contenido que presenta versa sobre el mismo tema que otros tantos. Es decir, no se diferencia y, por tanto, no destaca tanto entre el resto. “Es lícito y lo normal es que se utilicen durante periodos de crisis para promover los intereses de un partido político. Ahora bien, ¿qué credibilidad da esto? Ninguna. Tan sólo estás generando falsos apoyos que, en ningún momento, se van a traducir en nuevos votos”, concluye Velázquez. Por el momento, tan sólo se han detectado en la página de esta cartera ministerial, que cuenta con 201.993 seguidores. En los de Cultura o Defensa, con una cifras similares, los likes no se han disparado aún.
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