Si tienes estos electrodomésticos, desenchúfalos ya: te graban y escuchan

Lo más seguro es que alguna vez lo hayas pensado: qué fácil sería controlar el horno, la televisión, el aire acondicionado y la lavadora desde el móvil. Y tienes razón. Es lo que se llama internet de las cosas y, poco a poco, ya empieza a hacer acto de presencia en nuestras vidas. Sus ventajas son múltiples, no hay duda. Aunque también es posible que traiga consigo algún que otro peligro.

Uno de ellos reside en el funcionamiento atípico de algunos dispositivos. Por ejemplo, neveras con conexión a internet, microondas con pantallas, televisiones con cámara... Según Pável Miasoyédov, director de la empresa Intellektualni Rezerv, la mayoría de ellos se controlan por voz, reciben imágenes de los propietarios y envían todos esos datos a servidores remotos. ¿Para qué? Para analizarlos y determinar cuándo es necesario subir o bajar e brillo de la pantalla, realizar una sugerencia a una receta...

“Existe el riesgo de que la información o los datos biométricos del usuario sean interceptados durante la transmisión o el servidor sea atacado por piratas informáticos. A partir de estos datos, un atacante puede aprender mucho sobre una persona”, explica Miasoyédov a la agencia Prime.

A todos ellos, hay que sumar otro conjunto de objetos habituales en el hogar que pueden provocar varios quebraderos de cabeza. Entre ellos, bombillas inteligentes, timbres o cámaras de seguridad. Por ejemplo, un sistema antirrobo permite controlar todo lo que ocurre en el interior de un domicilio través del smartphone, por lo que también puede usarse con fines delictivos.