Tecnología
¿Qué hace diferente al Samsung Galaxy Watch4?
El nuevo reloj inteligente de Samsung tiene características que lo posicionan en un lugar de privilegio en el mercado. Estas son algunas de ellas
A primera vista, el Samsung Galaxy Watch4 no difiera mucho de otros relojes inteligentes. Pero en tecnología sabemos que la procesión va por dentro o mejor dicho, el procesamiento va por dentro. Y eso es lo que ocurre con este reloj inteligente. Por fuera estamos hablando de dos opciones: un Samsung Galaxy Watch4 y uno Classic. El primero se presenta con dos cajas de 40 o 44 milímetros hechas de aluminio, dos botones en la parte derecha y un bisel poco útil.
El Galaxy Watch4 Classic, por otro lado, es de mayor tamaño (llega hasta los 46 mm), está hecho de acero inoxidable y su bisel no solo es giratorio, sino que permite interactuar con las aplicaciones y desplazarse por el menú. Hasta ahí las primeras diferencias porque ambos cuentan con una pantalla SuperAMOLED protegida por Gorilla Glass DX, son los primeros en incorporar el procesador Exynos W920 (de cinco nanómetros que permiten un procesamiento mucho más rápido y potente), una memoria de 1,5 GB y 16 GB de almacenamiento interno.
A esto hay que sumarle el sistema WearOS con One UI Watch, lo que convierte a los Galaxy Watch4 en los primeros en usar esta nueva plataforma desarrollada por Google y Samsung que facilita la fluidez entre aplicaciones propias (léase Samsung) y de otros sistemas (principalmente Google). Así es fácil cambiar entre dispositivos para tomar imágenes, escuchar música, pagar o descargar aplicaciones.
En cuanto a la batería, desde Samsung hablan de una capacidad para soportar un uso durante 40 horas y que cuentan con carga rápida: menos de dos horas y ya está al 100% otra vez.
Pero lo que hace distinto al Samsung Galaxy Watch4 son sus sensores, su interior. De hecho, Samsung ha logrado incluir tres sensores donde generalmente solo se ubica uno. En primer lugar el conocido como PPG, siglas de fotopletismografía o fotopletismograma. Se trata de un sensor que utiliza un haz de luz para detectar cambios en el volumen de sangre en el tejido. El segundo sensor es el ECG (el responsable de medir la actividad del corazón) y, por último el BIA ( permite medir la composición, o el porcentaje de grasa en el músculo y otros tejidos del cuerpo humano). Con todo ello no solo se puede medir la frecuencia cardíaca, el porcentaje de grasa corporal, el índice de masa corporal, el nivel de oxígeno en sangre durante el sueño. También es posible analizar el sueño y evaluar hasta 100 modos diferentes de deportes. En pocas palabras, la inteligencia incorporada en el reloj trabajan junto a los sensores para que se convierta en un reloj que hasta ahora no existía.
Los Samsung Galaxy Watch4 se pondrán a la venta a partir del próximo 27 de agosto y estarán disponibles en negro, plateado, verde y rosa dorado, mientras que el Galaxy Watch4 Classic solo en negro y plateado por 269 y 369 euros respectivamente.
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