
Clima
La NASA advierte que el clima será más extremo en las próximas décadas
"Lo que hemos presenciado en los últimos tiempos probablemente se convertirá en el "statu quo" en los próximos años", señala un estudio.

Dato menor, pero científicamente comprobado: en Asturias, al menos en gran parte, lleva sin llover (la lluvia de Asturias, no el goteo rácano o los torrentes intempestivos de otros lares) varios meses. El clima está cambiando. Y ahora un nuevo estudio de la NASA sugiere que la actividad solar se mantendrá alta o aumentará aún más en las próximas décadas, lo que contradice las suposiciones previas de que el Sol se estaba calmando. Y los científicos "no comprenden completamente" por qué.
El estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, advierte que el Sol podría estar “despertando” tras un breve período de relativa inactividad, lo que contradice las suposiciones previas sobre nuestra estrella. De ser cierto, esto podría significar que nos esperan décadas de clima potencialmente peligroso. Tanto por la meteorología que afecta a nuestro planeta, como por las consecuencias que puede traer en nuestros satélites y sistemas de comunicación la creciente actividad solar.
Hasta ahora, el Sol seguía un ciclo de actividad de aproximadamente 11 años, que comienza con un período de calma prolongado, conocido como mínimo solar, y avanza hacia un pico explosivo, conocido como máximo solar, cuando nuestra estrella nos “ducha” con tormentas solares. Este patrón se conoce como el "ciclo de manchas solares", ya que el número de manchas oscuras en la superficie solar aumenta y disminuye con la actividad solar.
El ciclo de manchas solares, a su vez, está regido por un ciclo más largo de 22 años, conocido como el Ciclo de Hale, durante el cual el campo magnético solar cambia completamente y luego vuelve a su estado inicial.
Pero además de estos dos ciclos, el Sol también experimenta fluctuaciones a largo plazo en la actividad solar que pueden abarcar varias décadas y son mucho más difíciles de predecir o explicar. Algunos ejemplos incluyen los períodos entre 1645 y 1715, conocido como el Mínimo de Maunder, y entre 1790 y 1830, conocido como el Mínimo de Dalton, cuando la actividad solar fue generalmente mucho menor a lo largo de sucesivos ciclos de manchas solares. En pocas palabras, de los miles de manchas solares que se ven habitualmente en la superficie de nuestra estrella, en aquellos tiempos apenas se veía alguna. Esto provocó un descenso importante de las temperaturas en el planeta.
Pero eso no es lo que está por ocurrir. Los autores del estudio, Marco Velli y Jamie M. Jasinski, ambos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, analizaron múltiples métricas de la actividad solar, como el viento solar, la intensidad del campo magnético y el número de manchas solares, y descubrieron que han mostrado una tendencia ascendente desde aproximadamente 2008 y que podrían seguir aumentando en ciclos futuros.
“Todo apuntaba a que el Sol entraría en una fase prolongada de baja actividad – afirma Jasinski en un comunicado -. Por eso, fue una sorpresa ver que esa tendencia se revertía. El Sol está despertando lentamente".
Actualmente, nos acercamos al final del máximo solar más reciente, que comenzó oficialmente a principios de 2024, y no ha resultado como se esperaba.
Cuando el ciclo actual de manchas solares comenzó a finales de 2019, los expertos del Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC), que incluye a científicos de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), predijeron que el máximo solar probablemente comenzaría en algún momento de 2025 y sería comparable al ciclo anterior, más débil.
Sin embargo, a medida que avanzaba el ciclo actual, rápidamente se hizo evidente que este no era el caso y que el máximo solar llegaría antes y sería mucho más activo de lo previsto inicialmente. Los científicos del SWPC reconocieron posteriormente su error y emitieron su primer pronóstico actualizado, que llegó justo a tiempo para la llegada del máximo solar.
Desde entonces, el Sol ha alcanzado su mayor número de manchas solares en más de 20 años y ha generado una cantidad récord de potentes erupciones de clase X, el tipo de explosión más potente que el Sol es capaz de producir.
El nuevo estudio advierte que lo que hemos presenciado en los últimos años probablemente se convertirá en el "statu quo" en las próximas décadas. Esto podría ser especialmente problemático porque nos hemos vuelto mucho más dependiente de tecnologías propensas a la interferencia del clima espacial, como las redes eléctricas, la maquinaria controlada por GPS y los satélites en órbita terrestre, que pueden ser derribados por tormentas solares.
✕
Accede a tu cuenta para comentar