Redes sociales
WhatsApp se está convirtiendo en una pesadilla por culpa del spam
Al ser gratuita, la aplicación está comenzando a monetizar su uso de otro modo. Y los usuarios nos convertimos en el producto
En marketing hay una máxima que reza que si el servicio es gratis, es porque los usuarios somos el producto. Se ha visto con la publicidad de Facebook, con Twitter y ahora comienza con WhatsApp, parte de Meta, la empresa a la que también pertenecen Instagram y Facebook. El problema es que mientras en las redes sociales tenemos que abrir una app, en WhatsApp nos llega esta publicidad directamente al móvil, a nuestro número. Y ya se está convirtiendo en una pesadilla.
Cada vez que nos unimos a un programa de puntos (de una aerolínea o del supermercado) lo más probable es que demos nuestro número. El registro en redes sociales o en correo electrónico también nos pide nuestro número de teléfono. Y así con muchos otros servicios en la red. A veces estos servicios incluyen una casilla en la que podemos seleccionar si damos permiso para que nuestro número forme parte de un registro de publicidad. Aquí comienza el spam “legal” ya que hemos dado consentimiento para ello.
La otra opción es que nuestro número telefónico (al igual que el de millones de personas) forme parte de una lista que se vende al mejor postor con el objetivo de enviar publicidad. Finalmente hay dos opciones más. La primera es que muchas compañías se intercambian información de usuarios, aunque digan que no lo hacen. Y la otra son las filtraciones: el año pasado un hackeo filtró los datos de más de 530 millones de usuarios de la red social… incluyendo su nombre y número de teléfono.
A medida que Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, apuesta por monetizar la aplicación de mensajería instantánea con más de 2000 millones de usuarios, podemos vislumbrar cómo podría cambiar la experiencia del usuario en la aplicación gratuita. Y no es agradable.
En la India, el mercado más grande de WhatsApp por usuarios con más de 500 millones de cuentas, ya han comenzado a quejarse por recibir decenas de mensajes publicitarios cada día. Esto se debe principalmente a que allí la política de privacidad es diferente a la europea.
La cantidad de spam es tan grande que el mes pasado bloquearon el Whatsapp de más de 2 millones de usuarios debido a la cantidad de mensajes enviados. Para evitar esto, lo único que se puede hacer, por ahora, es bloquear el contacto del cual recibimos mensajes. Pero mientras no haya una configuración que permita bloquear mensajes de números que no estén en nuestra agenda, la solución es muy pobre.
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