Inteligencia Artificial
Esta es la pinta que tendrán los seres humanos dentro de mil años, gracias al uso excesivo de la tecnología
Los seres humanos del año 3.000 tendrán joroba, la mano agarrotada, un segundo párpado, el cráneo más chato y el cerebro más pequeño…. todo esto si antes no hemos de interés por concebir, claro
Los investigadores de la empresa de telecomunicaciones Toll Free Forwarding han desarrollado una inteligencia artificial capaz de cotejar los datos ofrecidos por multitud de investigaciones científicas y ponderar un modelo predictivo sobre cómo serán los seres humanos dentro de 1.000 años… gracias al excesivo uso de la tecnología. El “monigote” digital sobre el que se han aplicado todos estos cambios físicos se llama “Mindy”… y no podemos decir que sea precisamente un bellezón:
Según la IA de Toll Free Forwarding, si seguimos utilizando los mismos dispositivos electrónicos… y con la misma intensidad con la que los hemos venido utilizando; los seres humanos del año 3.000 tendrán joroba, la mano agarrotada, un segundo párpado, el cráneo más chato y el cerebro más pequeño…. todo esto si antes no nos hemos extinguido, claro.
Al parecer, la espalda y el cuello arqueados son consecuencia directa del uso continuado de las pantallas: “Pasar horas mirando tu teléfono tensa el cuello y hace que tu columna pierda el equilibrio. En consecuencia, los músculos de su cuello tienen que hacer un esfuerzo adicional para sostener su cabeza. Sentarse frente a la computadora en la oficina durante horas y horas, también significa que su torso se estira frente a sus caderas en lugar de apilarse recto y alineado”, explicaban desde la compañía de telecomunicaciones. Además, también señalan que estos cambios físicos tendrán una consecuencia adicional: seremos más bajitos. Al contraer el cuello y perder la posición erguida, las personas serán cada vez más bajitas.
Una llamativa transformación, fruto del uso excesivo de la tecnología, será el cambio en la anatomía del brazo y de la mano. Tras pasar horas y horas cada día con el móvil en la mano, nuestros brazos se acostumbrarán a la posición del “teléfono inteligente”, es decir, con el codo permanentemente a 90º. Asimismo, las manos y los dedos también se agarrotarán en una posición “de garra”.
La luz azul de los dispositivos electrónicos es tan evidentemente dañina para nosotros, que Mindy ha desarrollado un segundo párpado que tendría la función de bloquear gran parte de la luz dañina a la que se exponen nuestros ojos: “Los humanos pueden desarrollar un párpado interno más grande para evitar la exposición a la luz excesiva, o el cristalino del ojo puede desarrollarse evolutivamente de modo que bloquee la luz azul entrante, pero no otras luces de alta longitud de onda como el verde, el amarillo o el rojo”.
Ahora bien, la luz azul no es lo único de lo que nuestro cuerpo tiene que defenderse. Los humanos desarrollaránun cráneo más grueso que les permita proteger de mejor manera al cerebro de la radicación emitida por los teléfonos inteligentes, la cual se ha comprobado que puede tener efectos negativos sobre la memoria y está clasificada como posible cancerígeno para los humanos.
Pero -quizás- el cambio más drástico o más significativo será aquel que no se notará a simple vista. De acuerdo con las predicciones de la IA de Toll Free Forwarding, esta transformación también afectará al cerebro, que experimentará una reducción de su tamaño. Al parecer, los avances tecnológicos han facilitado la vida de nuestra especie hasta el punto en que no es necesario reunir o entrenar demasiadas habilidades cognitivas para sobrevivir… y sin el reto de la supervivencia… no hay incentivos para seguir mejorando.
✕
Accede a tu cuenta para comentar