Drones
Desarrollan un sistema para detectar antes y desde más lejos, drones enemigos
La clave es la combinación de diferentes sensores y una inteligencia artificial específica.
Actualmente, los drones son uno de los ejes centrales en tecnología militar. El problema es que son blancos complejos para detectarlos. Y esto se debe a varios factores. Uno de ellos es su tamaño pequeño, lo que genera una baja firma radar. A eso hay que sumarle una velocidad reducida y un vuelo a baja altura. Finalmente, tenemos el problema de su diseño: materiales compuestos que reducen una la reflectividad radar.
En la actualidad hay varios sistemas de detección, cada uno con una técnica diferente. Están los sistemas de radiofrecuencia (RF). Su rango es de 1 a 5 km de distancia y detecta la comunicación entre el dron y su controlador. Por ello no funciona con drones preprogramados (que no emiten señal en vuelo) y la distancia depende de la potencia de la emisión.
Otro sistema es el acústico. Su rango de detección es menor, no llega al kilómetro de distancia y lo que hace es identificar la firma sonora única de los rotores. Lógicamente, le afecta mucho el ruido ambiental (viento, ciudad) y la distancia.
El tercer sistema es el de ópticos/infrarrojos. Dependiendo del tamaño del dron y de la lente, su rango de detección puede alcanzar los 3 km. Y funciona de día, mediante detección visual y de noche, gracias a imágenes térmicas, pero depende en gran medida de las condiciones meteorológicas (niebla, lluvia, humo) y requiere línea de vista directa.
Finalmente, tenemos la opción del radar, clave para detección a larga distancia: puede llegar a los 10 km, aunque para drones de mayor tamaño se alcanzan los 30 km. Es la mejor opción para la detección primaria a larga distancia y con cualquier condición meteorológica.
El problema es que los radares tradicionales están optimizados para aviones grandes y rápidos. Un dron pequeño y lento puede ser filtrado como "ruido" o "clutter" (desorden) del suelo.
Para intentar ampliar la distancia y aumentar la velocidad de detección, la empresa L3Harris y Shield AI, ha desarrollado el Hivemind. Este sistema no es solo un sensor, es una arquitectura de combate con IA. Su ventaja no radica necesariamente en un nuevo sensor superpoderoso, sino en cómo fusiona los datos de múltiples sensores existentes (probablemente radares de última generación, EO/IR y RF) y utiliza la IA para identificar patrones débiles. La IA puede encontrar la "firma" de un dron en el ruido de fondo que un operador humano o un algoritmo tradicional descartaría, extendiendo el rango de detección efectivo del mismo sensor.
La otra ventaja es que fusiona diferentes sensores. Al combinar la detección de un radar (que da alcance y velocidad) con un sensor óptico (que da identificación visual) a kilómetros de distancia, el sistema puede confirmar una amenaza mucho más rápido y a mayor distancia que si cada sensor trabajara por separado.
En un comunicado, L3Harris y Shield AI aseguran que detectan a “distancias mayores” la presencia de drones, pero sin dar una distancia exacta. Teniendo en cuenta la tecnología implementada, es muy probable que se refieran a que su sistema de IA, utilizando una suite de sensores de gama alta, es capaz de identificar positivamente un dron hostil a distancias de 15, 20 km o más, superando consistentemente el límite superior de lo que un sistema convencional no integrado o sin IA puede lograr.
Eso sí, es fundamental entender que no existe una única “distancia actual” universal para la detección de drones, sino un rango ampliamente variable que depende de los factores antes señalados.