Comunicaciones

Rusia construyó el radar más potente de la historia. Y luego hizo creer que ya no funcionaba

Era capaz de detectar una pelota de tenis desde otro continente y afectaba las comunicaciones de todo el planeta.

Voronezh-M
El Voronezh-M, una familia de radares gigantesVadim SavitskiyVadim Savitskiy

En la época de la Guerra Fría, la red de alerta temprana de la URSS dependía de radares monstruosos, como el Daryal: enormes edificios de 10 o más pisos que consumían una cantidad de energía equivalente a una ciudad mediana y requerían miles de técnicos. Tras la disolución de la Unión Soviética, muchas de estas instalaciones quedaron en países independientes (como Azerbaiyán o Letonia), lo que complicó su operación y mantenimiento. Algunos se cerraron y quedaron en estado de abandono.

Todo cambió a principios de los años 2000, cuando Rusia inició el desarrollo de los radares Voronezh. El primero (un Voronezh-M) se desplegó en Lekhtusi, cerca de San Petersburgo, y se puso en servicio en 2009. Esto fue una revolución por varias razones. A diferencia de sus predecesores, que tomaban casi una década en construirse, un radar Voronezh puede ser desplegado en solo 12-18 meses. Se construye con módulos prefabricados que se ensamblan en el lugar.

A esto hay que sumarle su bajo consumo energético: aproximadamente 0,7 MW (megavatios), una fracción de los aproximadamente 50 MW que requería un Daryal. Esto lo hace mucho más económico y sostenible.

A pesar de su menor tamaño y consumo, su capacidad es enorme. El Voronezh-DM, en particular, es la variante de alta disponibilidad y largo alcance, capaz de detectar y rastrear objetos del tamaño de una pelota de tenis a miles de kilómetros de distancia, aunque estaba destinado principalmente para detectar misiles balísticos y satélites.

Por último, hay que destacar su avanzada tecnología. El Voronezh-DM utiliza antenas de arreglo en fase activas (AESA), lo que le permite escanear grandes áreas del cielo con gran rapidez y precisión, y es más resistente a las contramedidas electrónicas. Básicamente, un AESA funciona como el ojo compuesto de una libélula, pero donde cada “ojo” puede mirar de forma independiente y ultrarápida en cualquier dirección, es extremadamente difícil de cegar y nunca parpadea.

Aun así, hay un pero: el Voronezh, ¿es el mayor radar del mundo? Sin duda es uno de los radares terrestres de alerta temprana más potentes y avanzados jamás construidos. Sin embargo, el título de “mayor radar físico” a menudo se lo lleva el Radar Duga-3 soviético apodado el “Pájaro Carpintero Ruso”. Se trataba de una estructura colosal de 140 metros de alto y 500 metros de ancho. Pero en términos de tecnología, eficiencia y capacidades, el Voronezh es infinitamente superior.

Su apodo surgió a mediados de los años 1970 y se prolongó durante décadas. Entre 1976 y 1989, por todo el mundo, las emisiones de radio de onda corta (las que se usan para la radio internacional, la aviación, los servicios de emergencia y los radioaficionados) comenzaron a ser interrumpidas por una potentísima señal de radio que sonaba como el repiqueteo de un pájaro carpintero.

Era un sonido rápido, agudo y repetitivo, exactamente igual que el picoteo de un pájaro carpintero, pero amplificado miles de veces y transmitido con una potencia brutal. Esta interferencia podía obstruir por completo las comunicaciones y las transmisiones de radio. Por si esto fuera poco, saltaba de una frecuencia a otra, barriendo distintas bandas del espectro radioeléctrico y se escuchaba en todos los continentes.

Durante años, este sonido fue un misterio y, al mismo tiempo, una pesadilla global. Los radioaficionados y los gobiernos occidentales estaban desconcertados. Finalmente, se descubrió su origen: el mencionado radar ruso.

Entonces, ¿por qué se dio de baja el Voronezh-M/DM? La realidad es que no se ha dado de baja. Todo lo contrario. La confusión surge por dos razones principales. La primera es que se están “dando de baja” y desmantelando los viejos radares soviéticos (Dnepr, Daryal), a los que el Voronezh viene a reemplazar. Cuando se anuncia que un nuevo Voronezh entra en servicio en una ubicación, a menudo es porque ha tomado el lugar de un radar antiguo que fue cerrado. La noticia del cierre del radar viejo a veces se malinterpreta como si fuera el cierre del nuevo.

La segunda de ellas es la expansión activa de la red. Rusia está en un proceso activo y continuo de expansión de su red de radares Voronezh. Se han construido e instalado en al menos 8 ubicaciones estratégicas alrededor de todo el territorio ruso (como Lekhtusi, Armavir, Kaliningrado, Krasnoyarsk, Altái u Oremburgo), formando un cerco de alerta temprana.

En resumen: La familia de radares Voronezh (incluyendo las variantes M, DM, VP, etc.) es la columna vertebral actual y futura del sistema de alerta temprana de misiles de Rusia. No solo no se han dado de baja, sino que son un programa en pleno desarrollo y despliegue. Algo que será visible al menos durante los próximos 30 a 40 años, que es lo que les queda a estos radares de vida útil.