Defensa

España carece de drones kamikaze pero ha empezado a fabricarlos

La industria nacional ya incluye en su catálogo munición merodeadora, famosa por conflictos como el de Ucrania y el Sáhara, pero las Fuerzas Armadas españolas no la utilizan, aún

Recreación del sistema merodeador táctico Q-SLAM-40.
Recreación del sistema merodeador táctico Q-SLAM-40.La RazónCortesía de Arquimea.

Munición merodeadora, drones kamikaze, suicidas… Quizás la primera denominación sea la más correcta, pues en muchos aspectos son misiles y no drones, pero lo cierto es que su cualidad de vuelo autónomo les hace compartir muchas capacidades y características con los drones. Este tipo de sistemas, que han ganado popularidad en conflictos como el de Ucrania y Rusia o el de Marruecos con el Sáhara Occidental están demostrando que la guerra moderna favorece dos cosas: la integridad física del combatiente y la agilidad de las unidades. El boom de estas armas ha hecho que muchos países ya se hayan hecho con ellas, pero ese no es el caso de España donde, de hecho, todos los vehículos no tripulados de sus Fuerzas Armadas están sin armar. Aun así, hay tecnología nacional para ello y son varias las empresas que ya tienen en su catálogo sistemas de munición merodeadora.

Aunque seguido de cerca por Estados Unidos, a nivel internacional el gran exportador es Israel. De hecho, nuestro vecino del sur, Marruecos, posee en torno a 12 tipos diferentes de drones de los cuales la mitad son de fabricación israelí y la mayoría del tipo kamikaze. No solo eso, sino que Marruecos construye una fábrica en colaboración con Israel Aerospace Industries en territorio nacional para producir drones suicidas Harop.

Arquimea fue la primera empresa en dar el paso

Al menos una parte de la industria española ha apostado por estos sistemas y se ha lanzado a su desarrollo. Empresas como Arquimea, Instalaza y Swarming están en ello. La primera en fabricar un dron de estas características fue Arquimea, el Q- SLAM-40. Este sistema merodeador armado con un proyectil se pone en el aire con un lanzador automático, justo después despliega las alas y comienza a sobrevolar una determinada zona en busca de un objetivo. Estos dispositivos suelen ser muy efectivos contra objetivos en tierracomo vehículos blindados o carros de combate, muy protegidos por los cuatro costados pero vulnerables por arriba.

El Q-SLAM-40 posee una estación de control en tierra que lleva una antena y una tableta para controlar el sistema y los parámetros de vuelo. El dron tiene la capacidad de reconocer un área, identificar y seleccionar un objetivo y actuar contra él y está diseñado para operaciones de corto alcance. También puede cambiar su modo de actuación y hacer un reconocimiento de la zona y abortar la misión si así lo decide el operador. Desde Arquimea explican que esta munición merodeadora tiene una autonomía de unos 15 minutos, un alcance de 15 km, velocidad de crucero de 60 km/hy una altura operativa de hasta 200 metros, con capacidad para operar con vientos de 40 km/h. Está pensada para unidades tácticas que se encuentran a una distancia media del objetivo, como por ejemplo un comando que ha recibido información del lugar en el que está un francotirador enemigo.

Q-SLAM-40 desplegando las alas tras ser disparado
Q-SLAM-40 desplegando las alas tras ser disparadoLa RazónLa Razón

España valora un sistema de merodeo de corto alcance

El Ministerio de Defensa español a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) seleccionó a Arquimea para participar en el proyecto ZERO y desarrollar un sistema de merodeo de corto alcance para el Ejército de Tierra. El director general de la unidad de negocio Aerospace and Defence de la compañía, Manuel Martín, afirmaba en una entrevista a Infodron.es que el proyecto se encuentra en un estado muy avanzado. “Somos uno de los principales fabricantes europeos de drones merodeadores y nuestro Q-SLAM-40, puede adecuarse a los requerimientos del cliente”, decía hace unos meses.

La cabeza de combate es de 1,2 kilos y está fabricada por la empresa española Instalaza, especializada en la fabricación de lanzacohetes y granadas. El dron está pensado para misiones antipersonas y su despliegue se produce en menos de dos minutos, pudiendo localizar, rastrear y atacar objetivos estáticos y en movimiento.

Dron Strix Mini de Swarming Technologies and Solutions
Dron Strix Mini de Swarming Technologies and SolutionsSwarming Technologies and SolutionsSwarming Technologies and Solutions

Municiones lanzadas desde tubos desechables

Instalaza está además inmersa en varios proyectos de este tipo. El más avanzado es en el que está trabajando junto con Swarming Technologies and Solutions, para el que están diseñando una familia de municiones merodeadoras lanzadas desde tubos desechables. La base de este acuerdo es que Instalaza aporte su experiencia en el desarrollo de lanzacohetes mientras que Swarming (empresa del grupo Zelenza) contribuye con sus sistemas remotamente tripulados (RPAS) de inteligencia, reconocimiento y vigilancia (ISR) y sistemas de enjambre.

El proyecto apuesta en concreto por el diseño de municiones merodeadoras de ala rotatoria a las que llamarán Strix y de ala fija llamadas Milvus, con cabezas de guerra adaptadas a la misión (doble propósito, prefragmentada, contracarro...) y espoleta electromecánica polivalente.

Strix contará con una versión Mini, con un peso máximo al despegue (MTOW) de cinco kilos, y otra Micro de dos kilos. La primera tendrá un diámetro de 700 mm, carga de pago de 0,3 kg, cabeza de guerra de 0,8 kg, alcance de 10 km, autonomía de 30 minutos y velocidad de 15 m/s. Las características de la segunda serán 460 mm de diámetro, carga de pago de 0,2 kg, cabeza de guerra de 0,4 kg, alcance de 4 km y autonomía de 20 minutos. En ambos casos podrá despegar desde tubo, a mano o desde el aire y admitirán distintas cabezas de guerra (lethal, stun, gas o flash).

Milvus será de ala fija, aumenta la autonomía, el alcance y la capacidad de portar armamento. Al igual que el Strix habrá dos versiones. Mini con un diámetro de 1.200 mm, peso de 7 kg, carga de pago de 0,4 kg, cabeza de guerra 1,2 kg, alcance de 40 km, autonomía 45 minutos y velocidad de 140 km/h. Y Micro con un diámetro de 800 mm, peso de 2,5 kg, carga de pago de 0,2 kg, cabeza de guerra de 0,4 kg, alcance de entre 5 y 10 km, autonomía de 30 minutos y velocidad de 120 km/h. En las dos versiones el despegue será desde tubo.

La munición, al lanzarse desde tubos desechables, tiene varias ventajas, ya que facilita el almacenamiento y el transporte, sin la necesidad de elementos auxiliares de lanzamiento, y no es necesario el mantenimiento de la carga propulsora. Desde el punto de vista operativo, el tiempo de despliegue es muy inferior al de una lanzadera neumática, un solo soldado puede transportar el sistema fácilmente, y el tubo desechable aporta agilidad en la ejecución de la operación.

Desde Instalaza afirman que la empresa está trabajando también en otros proyectos con el objetivo de desarrollar municiones merodeadoras con las mismas capacidades que sus C-90 y otros sistemas y lo están haciendo con “diferentes empresas europeas de países que ya son clientes de sus productos”, explica la empresa.

La industria ya ha dado el paso en base a la demanda internacional, ahora tienen que darlo las Fuerzas Armadas y ver si interesa incluir este tipo de armas en la estrategia nacional.