Tecnología militar

'Frankenjet': el primer caza F-35A Lightning II, el más avanzado de EE. UU., construido a partir de 2 F-35A accidentados

La reconstrucción la ha realizado la Oficina del Programa Conjunto del F-35 y el caza de 5.ª generación volvió al servicio operativo a finales de marzo

Un F-35A Lightning II sobrevuela Arizona en unas maniobras
Un F-35A Lightning II sobrevuela Arizona en unas maniobrasEuropa Press/Contacto/Ssgt. James Richardson/Us AiEuropa Press/Contacto/Ssgt. Jame

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ya tiene operativo un caza F-35A Lightning II como ningún otro de los de su flota. Esta unidad, apodada 'Frankenjet' en referencia a la creación de Mary W. Shelley, fue reconstruida por la Oficina del Programa Conjunto del F-35 (JPO, por sus siglas en inglés) a partir de 2 F-35A Lightning II previamente siniestrados y que ya no estaban operativos.

Los dos F-35A accidentados implicados en la reconstrucción responden a las denominaciones AF-211 y AF-27. El AF-27 sufrió un incendio en el motor en 2014, mientras que el AF-211 tuvo un fallo en el tren de aterrizaje delantero en 2020.

El 'Frankenjet', asignado al 4.º Escuadrón de Generación de Cazas, Ala de Caza 388, volvió al servicio operativo el 26 de marzo de 2025 en la base aérea de Hill, según informó la Fuerza Aérea. Antes de reingresar al servicio, el avión completó su mantenimiento final en las instalaciones de Lockheed Martin en Fort Worth, Texas.

El Frankenjet en la Base Aérea de Hill.
El Frankenjet en la Base Aérea de Hill.Capt. Nathan Poblete. DVIDS.

Un Frankenstein del caza más avanzado de la Fuerza Aérea de EE. UU.

El F-35A Lightning II es un caza furtivo de quinta generación, el más avanzado en activo de la Fuerza Aérea de EE. UU. Fue desarrollado por Lockheed Martin para misiones de ataque y superioridad aérea y entró en servicio en 2015.

Combina capacidades avanzadas de sigilo, sensores de última generación, aviónica integrada y una elevada capacidad de recopilación y fusión de información en tiempo real, lo que le permite operar como nodo central en entornos de combate multidominio. Su importancia estratégica radica en su capacidad para penetrar defensas aéreas sofisticadas, ejecutar ataques de precisión y actuar como multiplicador al mejorar la eficacia de otras plataformas aliadas, lo que le ha convertido en un pilar clave de la aviación de combate estadounidense.

63 millones de dólares ahorrados

El F-35A Lightning II 'Frankenjet'.
El F-35A Lightning II 'Frankenjet'.Capt. Nathan Poblete. DVIDS.

El proyecto Frankenjet comenzó a finales de 2022, con el objetivo entonces inédito de trasplantar el morro del AF-27 al fuselaje del AF-211. En lugar de desechar ambos aparatos como siniestro total, el equipo del JPO decidió reutilizar las partes útiles para devolver al menos una unidad operativa a la flota.

'El alcance y la complejidad de este proyecto fueron una demostración ejemplar de cómo superar barreras y alcanzar un nuevo nivel de capacidad de reparación en un caza táctico avanzado', ha afirmado Tomas Barber, ingeniero del equipo de reparaciones por accidentes graves del F-35 JPO, según recoge Air Force Times.

La reparación duró dos años y cinco meses, con un coste de 11,7 millones de dólares, 2,8 millones por debajo del presupuesto previsto. Así, en lugar de adquirir un nuevo F-35A -valorado en casi 80 millones de dólares-, la operación supuso un ahorro de 63 millones para el Departamento de Defensa.

Detalle del Frankenjet.
Detalle del Frankenjet.Capt. Nathan Poblete. DVIDS.

El 24 de enero de 2025, el 'Frankenjet' realizó su primer vuelo desde la base aérea de Hill hasta las instalaciones de Lockheed Martin en Fort Worth. 'Una prueba del éxito del proceso es que el avión voló al límite de su capacidad y se comportó como recién salido de la línea de producción', ha señalado Jeffrey Jensen, responsable de la variante F-35A.

Este proyecto que ha fusionado por primera vez dos cazas de combate abre una nueva vía de capacidades para las Fuerzas Armadas estadounidenses, al demostrar que es posible restaurar plataformas complejas -como cazas, artillería, buques o vehículos blindados- en lugar de descartarlas, reduciendo así los costes operativos. Algo en lo que Ucrania ya tiene experiencia.