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Inteligencia Artificial

Mo Gawdat, exdirectivo de Google X: "En 2049, la IA será mil millones de veces más inteligente que el ser humano"

El prestigioso empresario ha expuesto sus pareceres respecto al devenir de la IA y sus posibles peligros en su último libro titulado "La inteligencia que asusta"

Mo Gawdat, exdirectivo de Google X: "En 2049, la IA será mil millones de veces más inteligente que el ser humano" YouTube

No es ningún secreto para nadie la influencia que hoy en día tiene la Inteligencia Artificial en todos los ámbitos vitales. Lo que hace décadas parecía una utopía, en el presente se ha convertido en una realidad. Ya no hay espacio para la ciencia ficción en el mito de la IA, solo incertidumbre y materialidad. En este sentido, los expertos especializados en estos nuevos sistemas generan opiniones muy divididas acerca de su devenir.

Por un lado, hay quien sostiene el hecho de que la implementación de esta clase de estructuras inteligentes supone un avance increíble en los procedimientos generales. Por ende, este grupo aboga por abrazar el optimismo y formarse para sacar el máximo partido a la nueva normalidad. No son pocas las empresas que actualmente han instaurado en sus programas los sistemas tecnológicos mencionados como apoyo para que el empleado tenga un apoyo al que acudir siempre que lo requiera. Por tanto, el debate acerca de la posibilidad de un gobierno tecnológico se cierne sobre este diálogo posicionándose como la crítica principal.

A pesar de la leyenda popular de que la IA podría "despertar" y volverse autónoma, los problemas actuales que acechan a su existencia giran en torno al sesgo algorítmico, la explotación laboral digital y la concentración de poder en manos de unas pocas corporaciones tecnológicas. De esta manera, el control que se ejerce sobre la misma puede ser diferencial y los profesionales ubicados en el lado más precavido de la balanza avisan sobre estos peligros existentes.

Tal es el caso de Mohammad "Mo" Gawdat, antiguo directo de Google X, departamento dedicado a la investigación y desarrollo de la prestigiosa empresa. Con la disección de los pensamientos indicados en su libro, conocido bajo el nombre de "La inteligencia que asusta", hemos podido conocer las valoraciones a futuro de una de las principales figuras del sector. Pese a que ha influido en muchos de los proyectos que hoy se utilizan, sus pronósticos denotan cierto temor al desarrollo humano de las máquinas. Incluso llega a comunicar la eventualidad de una posible irrelevancia humana en el porvenir.

El futuro de la Inteligencia Artificial y el ser humano

Para Gawdat, el tiempo será el factor detonante de una decadencia que ya ha dado comienzo. Tal y como esclarece, el funcionamiento de estas tecnologías se asemeja en fondo y forma a la de una persona corriente. “Si observas cómo aprenden las máquinas, reconocerás de manera inequívoca que lo hacen exactamente igual que los niños pequeños”, afirma. Por lo que, para su desarrollo, no será necesaria cierta información sobre los engranajes que sostienen el mundo, pues las máquinas contarán con la capacidad de decisión a través de la cual conseguirán entender todo lo que les rodea.

Aunque sin duda, una de las citas que más ha encendido las alarmas a nivel global fue su polémico vaticinio: “En 2049, probablemente durante nuestra vida y sin duda durante la de la siguiente generación, se prevé que la IA sea mil millones de veces más inteligente (en todo) que el ser humano más inteligente”. Algo que resulta ciertamente preocupante debido a las fuentes que lo mencionan. Gawdat es un completo estudioso de estos sistemas y su sentencia genera un gran desconcierto. En este contexto, el protagonista indica un futuro donde convivan humanos y máquinas.

¿Es posible el desarrollo de una conciencia individual?

Es dificil responder a esta cuestión todavía, pero, sin embargo, las aclaraciones del empresario no implican a una conciencia directa, como la que puede ser la conciencia humana, sino un método de decisión y fundamento que sea consciente de sus límites. “Las máquinas contarán con la inteligencia para diseñar soluciones que favorezcan la conservación de nuestro planeta, pero ¿tendrán los valores para conservarnos también a nosotros cuando nos perciban como el problema?”, pregunta como un hipotético caso de la proliferación que menciona. Lo que queda claro es que la inceridumbre que contempla la IA es aún mayor de lo que pensabamos.