Ciencia y Tecnología
La casa inteligente en 2.000 objetos
El concepto de la domótica está mucho más integrado en los hogares de lo que pudiera parecer
¿Quién dijo que la casa inteligente no existe más que en las películas? Ese hogar en el que las persianas se suben y bajan solas, los electrodomésticos obedecen órdenes y todo parece tener inteligencia propia sigue siendo, para muchos, carne de ciencia ficción o el sueño de los muy modernos y muy ricos.
Pero, sin apenas darnos cuenta, la domótica se ha ido introduciendo en nuestros hogares, mucho más inteligentes de lo que nos pueda parecer a simple vista. La presentación que Amazon ha hecho recientemente de su tienda virtual de domótica es una prueba de ello, y sirve para poner cifras a este fenómeno que ha llegado para quedarse: 2.000 objetos. 2.000 ejemplos de aparatos inteligentes de nuestra vida cotidiana, desde un termostato inteligente a un sistema de luz inteligente. Y subiendo.
La relación de productos incluye televisiones inteligentes, termostatos y accesorios, cámaras de vigilancia y seguridad, sensores, artículos de iluminación y sonido, enchufes, cerraduras, estaciones meteorológicas y productos de jardín y de cocina.
Algunos son viejos conocidos para el usuario medio, como el robot de cocina, el televisor inteligente (¡cada vez más!) o el «vigila bebés» que controla la humedad y temperatura de la habitación, y que en su versión más elevada tiene hasta diez cámaras que pueden monitorizar hasta tres personas distintas. Todo un Gran Hermano a pequeña escala.
Otros son aspiraciones cada vez más comunes entre los consumidores orientadas en muchas ocasiones al ahorro, como los termostados inteligentes, los sensores de inundación o las bombillas que ahorran. Hay también cafeteras inteligentes, un robot cortacésped y un moderno sistema de altavoces, así como el tradicional circuito de vigilancia exterior por cámaras.
Para los más exigentes, lo último en domótica ofrece, por ejemplo, una cámara con detector de movimiento o una estación meteorológica para dentro de casa que permite controlar la humedad, la temperatura, la presión barométrica o la concentración de CO2 en cada una de las habitaciones.
Y, relacionado con esto, un equipo de control de ambiente del hogar, que mide el nivel de calidad del aire, la humedad, la temperatura y el ruido y que se puede adpatar según el perfil de la persona, ya sea público en general, un niño o un paciente con asma.
Y siempre que se pueda, por supuesto, centralizado en el smartphone, el auténtico puesto de mando de las casas del futuro.
Perdón, del presente.
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