Investigación científica
La fabricación de nuevas tecnologías trae nuevas enfermedades
Según un estudio del Hospital Vall d’Hebron
Un estudio internacional con participación del Hospital Vall d’Hebron, que ha sido publicado en ‘The Lancet’, ha alertado de que la fabricación de nuevas tecnologías introduce nuevos tipos de agentes que causan enfermedades pulmonares a los trabajadores, como el asma y el cáncer, informa Europa Press.
En declaraciones este jueves a los medios, el adjunto del Servicio de Neumología del Vall d’Hebron e investigador del Vall d’Hebron Institut de Recerca (Vhir), Xavier Muñoz --uno de los firmantes del estudio--, ha explicado que el estudio ha revisado la literatura científica de la última década para «sensibilizar» sobre enfermedades respiratorias en el puesto de trabajo.
Así, el trabajo alerta de que existen «nuevos empleos que utilizan agentes que son perjudiciales para el pulmón», por lo que pueden provocar enfermedades como asma, cáncer, fibrosis pulmonar, inflamaciones de la tráquea, neumonitis por hipersensibilidad o bronquiolitis.
Los investigadores han descubierto que en los últimos diez años han aparecido entre 20 y 25 nuevos agentes implicados en diferentes patologías pulmonares, de los cuales un 50% está causado por agentes que se usan para elaborar nuevas tecnologías, como las pantallas de plasma líquido.
En este proceso se utiliza óxido de indio, un producto que en 2003 se asoció por primera vez a un caso de neumonitis intersticial en Japón, y también se ha observado la exposición a nanopartículas y a productos químicos, como compuestos orgánicos volátiles generados durante la combustión de derivados del petróleo.
Otro agente es el que se utiliza para la fabricación de palomitas, ya que en el 2000 se diagnosticaron ocho casos de bronquiolitis en Estados Unidos, y también son perjudiciales las partículas volátiles derivadas del proceso de decoloración del tejido para fabricar tejanos.
Uno de los elementos más habituales es el asbesto (amianto), presente en materiales de construcción actualmente prohibidos en la UE pero que aún se utiliza en muchos países, ya que aún hay 125 millones de personas en el mundo expuestas a este agente.
Otro es el sílice, que es la causa principal de enfermedades respiratorias laborales a casos de las vías no convencionales de exposición, como su presencia en materiales de construcción que se utilizan en sustitución del mármol e en cocinas y lavabos.
Se trata de enfermedades infradiagnosticadas porque entre la exposición a estos contaminantes y el desarrollo de la enfermedad pueden pasar entre 20 o 30 años, de manera que «cuesta que se haga la relación entre el trabajo y la afectación pulmonar», ha lamentado el doctor.
Además, manifiestan la patología un 5% de los individuos en los países desarrollados por las medidas de prevención aplicadas en las empresas, y entre 15% y un 30% en los países en vías de desarrollo, según el investigador.
La incidencia de enfermedades respiratorias derivadas de la exposición de elementos contaminantes es de 300 nuevos casos anuales, y el Hospital Vall d’Hebron atiende a una gran parte de estos pacientes porque es el centro de referencia en enfermedades de origen laboral.
Las patologías de origen laboral afectan a unos dos millones de personas en el mundo, de los que acaban muriendo medio millón de individuos, según el estudio.
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