Seguridad Vial
«Nos hemos relajado en el mantenimiento de las carreteras»
Los expertos que participaron en el Foro de Infraestructuras y Seguridad Vial, organizado por LA RAZÓN, coincidieron en que la educación y la concienciación son las claves para reducir la siniestralidad
Los expertos que participaron en el Foro de Infraestructuras y Seguridad Vial, organizado por LA RAZÓN, coincidieron en que la educación y la concienciación son las claves para reducir la siniestralidad.
El pasado año 1.160 personas perdieron la vida en la carretera, según datos de la Dirección General de Tráfico. Pese a que el número de víctimas se encuentra en niveles históricamente bajos –se ha pasado de los 11,6 fallecidos diarios en 2000 a 3,2 en 2016–, lo cierto es que el número de muertos continúan siendo inasumible. Y es que detrás de las cifras se encuentran historias personales desgarradoras, vidas truncadas y familias rotas. Por ello, es misión de toda la sociedad y de las instituciones hacer que estas cifras se reduzcan a «cero» para que ninguna persona pierda su futuro en la carretera. Precisamente, en torno a búsqueda de soluciones conjuntas que permitan reducir la siniestralidad, giró el Foro de Infraestructuras y Seguridad Vial, organizado por LA RAZÓN, y patrocinado por Atresmedia, Ponle Freno, Sice y Abertis.
En el debate participaron José María Quesada, asesor de Contenidos de la Plataforma Ponle Freno de Atresmedia; Ángel Aguilar, director de Desarrollo de Negocio de Sice; Jaime Moreno, subdirector de Operaciones y Movilidad de la DGT, y Bruno de la Fuente, director de Concesiones de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan). Los ponentes destacaron la íntima relación que existe entre infraestructura y seguridad vial. Y es que España es uno de los países con una red viaria más puntera de Europa, gracias al importante esfuerzo inversor que se ha venido haciendo desde mediados de los años 80. Pero también se trata de una red formada por más de 165.000 kilómetros de carreteras que discurren por un país, cuya extensión es de 500 millones de kilómetros cuadrados. Por este motivo, el mantenimiento, junto a la educación y la concienciación, se convierten en instrumentos fundamentales para conseguir el objetivo común de disminuir la siniestralidad.
Especial esfuerzo y atención requiere la red de carreteras convencionales, precisamente la que concentra el mayor número de accidentes de tráfico. En este sentido, Seopan ha elaborado el informe «Seguridad en carreteras convencionales: un reto prioritario de cara al 2020», un estudio que Bruno de la Fuente se encargó de resumir. «La red viaria convencional suponen el 90% del total de la red de carreteras (150.000 kilómetros). Sin embargo, por ella sólo circula el 40% del tráfico total, por lo que es necesario poner en marcha medidas orientadas a reducir el número de accidentes y sus consecuencias. La mayoría de los siniestros en estas vías se producen por choques frontales o frontolaterales (39%), salidas de vía (36%), y colisiones en intersecciones (20%)», explicó De la Fuente.
Carreteras 2+1
Seopan, tal y como relató su responsable de Concesiones, ha centrado su estudio en identificar los tramos con especial peligrosidad para poder hacer sus propuestas para reducir la accidentalidad. La patronal aboga por algunas medidas, como la delimitación de los márgenes de las carreteras, o la mejora de la adherencia del pavimento y las zonas de seguridad, suavizando las pendientes y los taludes laterales. Introducir el concepto de carreteras 2+1 (un carril adicional que permita adelantar y que pueda cambiar de sentido según las necesidades), así como una mejora de la señalización y las balizas serían otras de las iniciativas que contribuirían a reducir el número de accidentes. «Estas medidas, con una inversión total de 730 millones de euros en 1.121 kilómetros de carretera, lograrían salvar 69 vidas y evitar la hospitalización de 212 heridos (con unos costes hospitalario de 143 millones de euros en tres años», calculó Bruno de la Fuente.
José María Quesada también alabó la calidad de las infraestructuras en España. Sin embargo, puso un «pero». «Nos hemos relajado. Y estamos teniendo problemas en el mantenimiento de la red viaria, algo que se puede agravar aún más en el futuro si no se hace una mayor inversión en las mismas, especialmente en pavimentación», aseguró. Así, calculó en 3.600 millones de euros el coste total del déficit de mantenimiento de nuestras carreteras, el cual se puede continuar incrementado, hasta un 7%, en los próximos dos años. En cuanto a los tramos de especial peligrosidad, el asesor de Contenidos de Ponle Freno advirtió de que la solución no se trata sólo de informar al conductor, sino de detectar los motivos que hacen estos tramos tan peligrosos para así poder tomar las iniciativas que correspondan. La relación entre conductores y ciclistas fue otro de los aspectos en los que hizo especial hincapié Quesada. «Creo que es un error que vehículos que circulan a diferente velocidad transiten por la misma vía sin que haya una separación entre ellos. En la medida en la que se siga promocionado el uso de la bicicleta sin que se invierta en espacios específicos para separara los dos tráficos, nos vamos a encontrar con un importante repunte de la siniestralidad», manifestó Quesada.
Jaime Moreno consideró que para que haya una coexistencia pacífica entre conductores y ciclistas las solución no se halla en un solo modelo, sino en varios, unos que tengan que ver con la velocidad, y otro con la separación. Bruno de la Fuente, por su parte, volvió a reiterar la necesidad de continuar invirtiendo en infraestructuras y también en plataformas.
De hecho, la tecnología se ha convertido actualmente en uno de los instrumentos más eficaces para ayudar a reducir los accidentes. Ángel Aguilar se mostró partidario diseñar soluciones que permitan al conductor detectar la presencia de ciclistas, algo que, en su opinión, contribuiría a reducir el número de víctimas.
Aguilar también destacó el nivel tan alto que la tecnología aplicada a las infraestructuras tiene en nuestro país. «En España, tenemos un nivel de infraestructuras superior y también en el ámbito tecnológico. Prueba de ello es que de las 10 empresas más punteras del mundo en este área, cuatro son españolas. Aunque hemos vivido un momento de frenazo en España, es necesario volver a invertir en infraestructuras, especialmente por los retos que no plantea la digitalización y los nuevos modelos sociales y económicos», declaró Ángel Aguilar. Y es que el director de Desarrollo de Negocio de Sice explicó las tendencias actuales derivadas especialmente de los sistemas colaborativos. Así, resaltó el amplio abanico de posibilidades que ofrece internet de las cosas, la inteligencia artificial, el «big data», el tratamiento de datos para mejorar la seguridad. «Actualmente, hay mucha demanda por parte de los ayuntamientos y las comunidades autónomas de servicios que puedan ofrecer al ciudadano información mientras conduce. Hay que avanzar en la sensorización y en la comunicación vehículo-vehículo y vehículo- infraestructura», añadió.
Jaime Moreno comentó que España es el tercer país del mundo con más kilómetros de vía de alta capacidad. Además, se encuentra entre los cinco mejores estados de la UE en lo que a seguridad vial se refiere. «Pese a ello, nos preocupa mucho el número de personas que se dejan cada año la vida en la carretera. Estamos en una etapa diferente, por lo que hemos de aplicar nuevas medidas. No se trata tanto de buscar culpables –en el 90% de los accidentes intervienen el factor humano–, sino de detectar en qué podemos ayudar para evitar los accidentes», indicó. Así, enumeró algunas de las medidas de bajo coste adoptadas por la DGT que han dado resultados positivos en su esfuerzo para que ninguna persona se deje la vida sobre el asfalto, como el desvío de los vehículos pesados, el replanteamiento de las zonas de adelantamiento o las carreteras 2+1. «Tendríamos que apostar por un cambio de modelo en el que podamos beneficiarios de la información que nos facilita el vehículo y la infraestructura».
Alcohol y drogas
Todos los ponentes coincidieron en la importancia de las campañas de concienciación de que alcohol y drogas son incompatibles con las conducción. Y es que, según datos del Instituto Nacional de Toxicología, un 43% de los conductores y un 37% de los peatones fallecidos dieron positivos por algún tipo de sustancia estupefaciente.
Moreno hizo hincapié en que la DGT es pionera en el mundo en la realización de controles de drogas. «En España, se registran más positivos que en otros países porque muchos de ellos ni siquiera tienen implantados estos mecanismos para la detección. Pese a los positivos, creo que la sociedad ha entendido que alcohol, drogas y conducción son completamente incompatibles», sentenció el responsable de la DGT.
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