Internet
Por qué quieren matar a las URL
Los enlaces actuales hacen casi imposible saber adónde nos dirigen realmente, y los malos se aprovechan.
Los enlaces actuales hacen casi imposible saber adónde nos dirigen realmente, y los malos se aprovechan.
El debate es antiguo, pero nadie ha dado aún con la solución: las actuales URL no son seguras porque ya es casi imposible saber realmente a dónde nos dirigen, lo que es aprovechado por los ciberdelincuentes, especialmente estafadores del «pishing» o suplantadores de identidad. Y no, el protocolo HTTPS no garantiza en absoluto que el sitio al que vamos sea seguro, como veremos después.
Los «localizadores uniformes de recursos», que es lo que significa URL por sus siglas en inglés, son los enlaces que nos dirigen a donde queremos ir. Escribes larazon.es para llegar a nuestra web sin tener que administrar complicados protocolos de enrutamiento y cadenas de números. Pero las URL son cada vez más difíciles de leer y entender. A medida que se ampliaba la funcionalidad web, se han ido convirtiendo en largas cadenas ininteligibles que combinan componentes de terceros o están enmascaradas por los acortadores y esquemas de redirección.
El 80% de los usuarios cree que el hecho de que una URL empiece por HTTPS convierte en segura la web a la que dirige, según la empresa de ciberseguridad PhisLabs. Error. Este protocolo, creado en 1992 pero que no se ha generalizado hasta hace un par de años frente al clásico HTTP (la «S» es de seguridad), solo garantiza que la información que envías desde tu navegador viaja encriptada al servidor de la web y no puede ser interceptada. Pero no que el sitio en cuestión sea seguro ni qué hará luego con esos datos (tu tarjeta de crédito, por ejemplo). PhisLabs estima que el 25% de los ataques de «phishing» ya usa HTTPS.
Google ya ensayó una alternativa en 2014. Decidió que solamente aparecería el nombre del dominio, sin el resto de la cadena del enlace, a fin de mostrar con claridad adónde nos llevaba. Fue muy contestado y desistió, pero ahora anuncia que a final de año podría proponer otra alternativa a las URL actuales, según ha declarado a Wired la gerente de ingeniería de Chrome, Adrienne Porter Felt. «Hay que hacer algo, porque las URL son una especie de mierda», añadió gráficamente Parisa Tabriz, la directora de Ingeniería del citado navegador.
Mientras tanto, existen sitios que nos ayudan a conocer sin necesidad de clicarlos adónde nos llevan una URL acortada o ese enlace o archivo que recibimos por correo. Con diversas funcionalidades, podemos usar unshorten.it, virustotal.com, AVG threatlabs, Kaspersky VirusDesk o PhishTank.
Una web para «spoilear» por placer
Por placer sadomaso, sí, pero ya sabemos que hay gente para todo. Si quieres saber cómo termina una película o cada capítulo de una serie de televisión (o la serie misma), existe un sitio llamado SpoilMe.io para cuyos autores el infierno reserva el rincón más ardiente. La web no puede ser más minimalista («Ve al grano», te dicen). Consiste en un buscador en el que debes escribir el nombre de la película o serie y, si está en su base de datos, te cuentan el final. Por ejemplo, pones «Titanic» y desvela que «Muere Leonardo di Caprio. Porque la muy... no le deja sitio en la tabla». Como es colaborativa, puedes contribuir con tus propios «spoilers». Y al infierno vas, claro.
Whatsapp tendrá anuncios en 2019
Se veía venir: Facebook se ha puesto en jarras y ha decidido que Whatsapp incluirá anuncios en su app en 2019. Se acabó el gratis total-total. A partir de una fecha aún por determinar del próximo año, sus 1.500 millones de usuarios empezarán a ver publicidad en sus estados de forma similar a como lo hace Instagram en sus «stories». Utilizando la tecnología de Facebook, los anuncios serán personalizados. La monetización del gigante de mensajería alcanzará también a las compañías que ya usan la aplicación para interactuar con sus clientes: a partir de entonces deberán pagar un máximo de 9 centavos de dólar por mensaje, dependiendo del país y la empresa.
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