La dolorosa búsqueda de una hija «Perdida»

«Una aventura kamikaze». Así define Daniel Grao las andanzas del protagonista de «Perdida». Se trata de Antonio, «un mecánico valenciano, normal y corriente», explica el actor, «que, diez años después de la desaparición de su hija –con entonces 5 años–, sigue una pista que le lleva a una cárcel colombiana, donde tendrá que sobrevivir y averiguar qué pasó para intentar reencontrarse con ella». La serie se trata de una producción de Atresmedia Televisión en colaboración con Big Bang Media (The Mediapro Studio), con la que Antena 3 da el pistoletazo de salida a un nuevo año seriéfilo. El thriller –creado por Natxo López a partir de la historia original de Ruth García y David Oliva– promete encauzar a los espectadores por una historia repleta de emociones e intriga a partir de su estreno en la cadena el próximo martes 13 de enero.

Todo comienza en Valencia, en un verano en el que el protagonista se dispone a comer en un chiringuito de playa junto a su mujer, Inma (Carolina Lapausa), y su hija. Parece un día normal de unas vacaciones corrientes, hasta que la pareja se da cuenta de que no hay ni rastro de la pequeña. Diez años después, una pista llevará a unos padres desesperados a Bogotá con la esperanza de encontrar a su hija. Mientras tanto, un sinfín de emociones se irán mezclando mediante una historia que, en «Perdida», se narra a través de una doble línea temporal.

«Me gusta mucho la mezcla que tiene esta serie entre el thriller, sobre todo al principio, y la parte melodramática que se suma más tarde», afirma Grao. Asegura que cualquier persona «contactará con el dolor de la posible pérdida de un hijo, una situación que en seguida te la puedes llegar a imaginar».

En zona caliente

El rodaje de la ficción se ha llevado a cabo íntegramente en exteriores e interiores naturales, contando con más de 120 localizaciones diferentes. «Los “flashback” se rodaron en Valencia durante un mes, pero todo el eje central de “Perdida” transcurre en Bogotá», expresa el actor de cintas como «Julieta», «Gigantes» o «La catedral del mar». «En mi caso –continúa– grabé sobre todo en una prisión, además de otros escenarios». Dicha labor fue «intensa y dura». En primer lugar, por el hecho de «pasarse meses fuera de casa», aunque esto, añade Grao, «como actor ayuda mucho». Asimismo, la experiencia fue «impactante» al haberse rodado en el interior de una cárcel colombiana.

«Ayudó bastante el equipo de figuración, muy profesionales, así como varias cuestiones dignas de una cárcel que sucedieron, como motines y escapadas», recuerda el actor, así como añade que, en especial, recuerda un momento bastante incómodo durante el rodaje. «Salí del camión de maquillaje para ir al set y me vi custodiado por siete militares», explica, «eso impresiona, estábamos en una zona caliente de Colombia y en España no estamos acostumbrados a esas situaciones». Con esto, Grao augura una gran captación de una serie cuyo papel que interpreta le ha llegado especialmente. «De repente ocurre que, cuando lees un guión, notas ciertas rimas con tu propia vida», explica respecto a las cuestiones vividas acerca de la cárcel, «tema que me viene, no de primera mano, pero sí muy de cerca, y eso lo he podido poner al servicio del personaje», concluye.

Un momento visagra

«La televisión en abierto ya se está dando cuenta de que la gente se acostumbra a consumir al ritmo que ellos quieren y sin cortes publicitarios», explica Daniel Grao acerca de la invasión actual de plataformas de pago. Por ello, cree que «estamos en un momento visagra», que se ve compensado por iniciativas como ATRESplayer PREMIUM, plataforma en la que también se podrá ver «Perdida».