Escándalo
La RAI investiga posible acoso sexual a voluntarias de Eurovisión 2022 en Turín: “Quería escapar, pero no podía”
La organización dice desconocer los casos mientras que la cadena pública se centra en resaltar los logros de audiencia
No hay duda que las grandes concentraciones de equipos internacionales para un evento como un mundial de fútbol o unas olimpiadas nos tienen acostumbrados a los sucesos extraños en los que se mezclan tantas personas de tantos países, y en algunos casos, sin control. Ahora la sombra negra de posibles acosos sexuales se cierne sobre el Festival de Eurovisión que estos días celebra en Turín sus semifinales y final. Según las informaciones recabadas por diarios como “Il Corriere della Sera”, durante la fiesta posterior a la alfombra turquesa del domingo pasado, varios voluntarias sufrieron acoso por parte de algunos bailarines de las delegaciones presentes.
Es cierto que el supervisor ejecutivo de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), Martin Österdahl, dice desconocer ningún caso de acoso y dejó la respuesta sin responder cuando le preguntaron en rueda de prensa. Sí que lo hizo la productora ejecutiva Simona Martorelli (directora de relaciones internacionales y asuntos europeos de Rai): “Hay un comunicado de prensa de la ciudad de Turín, y estamos esperando que concluyan las investigaciones”. Por supuesto no hay más detalles sobre quién lleva las investigaciones de qué exactamente”.
Centrados en dar a conocer los datos de audiencia de las semifinales (5,5 millones de personas en Rai1 con hasta 14 millones de espectadores en la primera) han dejado de lado el tema que “Il Corriere” ha seguido investigando hasta encontrar más testimonios de los supuestos abusos. «Me sentía impotente, quería escapar, pero no podía...», declara una voluntaria al diario al que relató a la agencia Ansa cómo la noche de la fiesta, “Había unos chicos de las delegaciones que nos abrazaban todo el tiempo -explica la joven-. Uno puso su mano en mi cintura e intentó besarme. Logré liberarme, pero otro se acercó y se comportó de la misma manera. Al final logramos escapar”.
La joven de 20 años que habló con la agencia lo hizo con tristeza, puesto que “Estoy feliz de ser voluntaria de Eurovisión, pero no esperaba que lo que debería haber sido una buena experiencia para mí se convirtiera en manoseos y acoso. Los mismos que por desgracia suelen pasar en la discoteca. Nunca esperé que pasara esto en un evento como el del domingo».
Ahora la plataforma del Mee Too italiano, “Ni una menos” (”Non una di meno”) ha explicado a través de una portavoz que a pesar del hecho de que varias voluntarias se presentaron y contaron sus historias de acoso en Eurovisión, nos preguntamos cómo el Consejo frente a estas cuentas puede negar que sucedió algo” y atacó la decisión de no dar pistas de la investigación o menospreciar los relatos: ‘Como siempre sucede, las voces de las mujeres que han sufrido violencia son silenciadas y sus relatos no son creídos. El acoso no es un juego y nosotros no somos juguetes”
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