Estreno

Las grandes miserias del crimen organizado

► Filmin estrena «El reino de la mafia», el debut de Julien Colonna, nominado al César a la Mejor Ópera Prima

Las grandes miserias del crimen organizado
Las grandes miserias del crimen organizadoFilmin

Una imagen veloz nos hace seguir a un grupo de cazadores que transportan un jabalí abatido durante una cacería. Uno de los cuatro hombres que lo llevan hasta el campo se deshace de la gorra y vemos que es una joven, que ante toda su familia, raja y destripa al animal para comérselo junto al resto del clan. Ese es el impactante comienzo de «El reino de la mafia», el estreno reciente de Filmin, y que supone el debut cinematográfico del director corso Julien Colonna. En la cinta conoceremos mejor a la joven Lesia, que vive en la isla italiana y es testigo del día a día de la mafia y hará un viaje vital con su padre que los cambiará a ambos para siempre.

Colonna se inspiró en su propia infancia para escribir este «coming of age» ambientado en Córcega en los años 90, y rodado a tan solo cinco kilómetros de su casa natal. La vida de Lesia (Ghjuvanna Benedetti) debería ser la de una joven de su edad disfrutando del verano en la playa y escapadas ocasionales con su novio. Sin embargo su padre es Pierre-Paul (Saveriu Santucci), un jefe de la mafia corsa. Para poder verse, incluso la tía de Lesia la engaña para que alguien del clan la traslade hasta una casa segura, ya que su progenitor está en caza y captura desde hace años por las autoridades, y amenazado constantemente por los rivales. A regañadientes comparte casa con una veintena de hombres de la mafia corsa que ven por televisión como una serie de atentados, que incluye la muerte del padrino de Lesia, van cercando al jefe. Estalla una guerra que les obliga a huir, juntos, padre e hija, como fugitivos. Por el camino aprenden a enfrentarse, comprenderse y quererse. La idea le surgió a Colonna, cuenta él mismo, el día que supo que iba a ser padre y empezó a plantearse cómo sería su hijo, qué tipo de padre quería ser él y a revisar cómo fueron sus propios padres. La película se estrenó en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y le valió la nominación al César a la Mejor Dirección Novel a su director.

Parte del éxito de esta historia ligada a una Córcega bellísima tiene que ver con el casting. Todo es de la isla y huele a ella. La comida, las tradiciones, los parajes, todo está perfectamente ubicado. Y por supuesto, los actores. Los actores no profesionales que lideran la historia, Lesia y Pierre-Paul, son corsos, como todo el elenco salvo tres, incluyendo a los actores de reparto y extras, que no tenían ningún tipo de experiencia actuando. Y sin embargo esta mezcla hace que nos dejemos llevar por completo por la historia. Ocho meses de búsqueda han dado sus frutos y mientras Benedetti, una bombera voluntaria de 22 años y estudiante de enfermería, es capaz de transmitir con los ojos la amargura, la juventud, el amor y el respeto, Santucci arrastra arrugas de años de huir y esconderse, y una tristeza infinita que confesará casi al final de la película.

El espectador además apreciará la autenticidad que intenta Colonna impregnar en su debut cinematográfico y narra con mucho realismo la vida de unos mafiosos muy alejados del glamour, la riqueza ostentosa y esa cierta heroicidad de sus actos. «La realidad es que viven como animales en la selva: un día los persiguen y, al día siguiente, son ellos los que persiguen a otros. Había que mostrar también a estos hombres como muertos andantes», cuenta el director. Hay un dolor implícito sobre Córcega y su situación respecto a la organización criminal. Lo ilustra explicando que en la isla las bellezas a veces quedan opacadas por la actualidad.

«El reino de la mafia» es soledad, misterio, traición y miedo, como explica el jefe mafioso durante el metraje: «Los que vivimos esta vida respiramos el miedo; nos alimenta; y eso nos mantiene vivos». El espectador tensará los músculos, y aunque al principio parece haber momentos idílicos, la realidad rápidamente se instala y crece en nosotros un miedo a que en cualquier momento todo explote por los aires.