La historia de Max, el perro del anuncio de la Lotería de Navidad que pasó de abandonado a estrella

En 2017, un simpático perro llamado Max se robó los corazones de los espectadores como protagonista del emotivo anuncio de la Lotería de Navidad dirigido por Alejandro Amenábar. Su carisma y habilidad para actuar hicieron de este mestizo un símbolo navideño inesperado, pero pocos conocen su dura historia antes de convertirse en estrella.

Originalmente llamado Bolita, Max tuvo un comienzo difícil. Fue encontrado abandonado en una caja de zapatos en Sevilla y llevado a una protectora donde pasó varios meses sin que nadie mostrara interés real en él. La suerte parecía sonreírle cuando una familia decidió adoptarlo, aunque su alegría duró poco: lo devolvieron, incapaces de hacerse cargo de él durante el embarazo de la mujer.

El giro en la vida de Max llegó gracias a Ainhoa Larregui, quien decidió adoptarlo y llevárselo a Madrid. Ainhoa pronto descubrió sus talentos naturales para aprender trucos y artimañas, habilidades que, con el tiempo, pulió hasta convertirlo en un verdadero actor canino. Fue precisamente una de estas habilidades —su capacidad para bostezar a la perfección— la que llamó la atención de Amenábar, quien lo seleccionó para protagonizar el icónico spot de la Lotería.

Pero el anuncio que lo lanzó a la fama no fue su primera experiencia frente a las cámaras. Antes, Max ya había aparecido en anuncios publicitarios de marcas como La Casera y un seguro de coches inglés. Con el éxito del spot navideño, el perro consolidó su lugar como uno de los actores caninos más queridos del panorama publicitario.

Hoy, Max continúa siendo una estrella gracias a su perfil en Instagram, donde su dueña comparte fotos de su día a día y mantiene informados a sus seguidores. “De perro vagabundo a estrella de cine”, reza su biografía, que resume a la perfección una historia de segundas oportunidades, amor y éxito. Una historia que comenzó en las calles y terminó en el corazón de todos los españoles.