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Rabia

Una ucraniana responde a la negociación de Trump y Putin: "Si dejamos las armas, perderemos nuestra patria"

Natasha Ivzhenco, residente en nuestro país desde el inicio de la Guerra en su país, ha contestado a los planes del presidente de los Estados Unidos

Donald Trump traza junto a Vladímir Putin la hoja de ruta que pondrá fin a la Guerra en Ucrania, que lleva azotando a Europa desde 2022. Mientras que Zelenski viaja a Múnich en busca de un cambio de opinión por parte del gigante norteamericano, "Espejo Público" ha contado esta mañana con la intervención de una ucraniana residente en nuestro país desde el inicio de la guerra en su país y ha contestado al plan maquinado por EE.UU. y Rusia, además de mostrar su total rechazó a perder su nacionalidad y poseer un pasaporte ruso en lugar de uno ucraniano.

Inquietud ante las negociaciones Estados Unidos y Rusia

La ucraniana residente en España, Natasha Ivzhenco, compartió su angustia y preocupación en una entrevista con Susanna Griso en "Espejo Público". Natasha confesó que, aunque su vida en Zaragoza es segura, su corazón sigue dividido entre dos mundos. "Llevo dos teléfonos, dos vidas", explicó, reflejando la incertidumbre constante que vive su familia en Ucrania. Relató que sus seres queridos enfrentan a diario alarmas antiaéreas, obligándolos a buscar refugio en estaciones de metro mientras sobrevuelan misiles y drones. Natasha expresó su inquietud ante las negociaciones entre Donald Trump y Vladímir Putin, temiendo que se tome una decisión sobre Ucrania sin la participación de su país. "Se trata de un país independiente y soberano", enfatizó, rechazando cualquier acuerdo que implique la cesión de territorio a cambio de paz.

¿Un dolor en vano?

Ante la posibilidad de que Ucrania no sea admitida en la OTAN ni en la Unión Europea, Natasha mostró su desilusión y cuestionó el sufrimiento vivido: "¿Para qué tanto dolor y tanta muerte si al final no entraremos?" Además, expresó su miedo a tener que cambiar su pasaporte por uno ruso, algo que, aseguró, jamás haría. "Hablo ruso, pero ser rusa es una pesadilla para mí", sentenció. Natasha concluyó con un mensaje de esperanza y determinación, convencida de que la paz solo será posible si Rusia deja las armas, ya que, de lo contrario, Ucrania perderá su patria.