
Diplomacia
Trump entierra la vieja relación transatlántica con Europa
Washington presiona a sus aliados europeos porque ya no quiere hacerse cargo de su seguridad
En tan solo tres semanas de presidencia, Donald Trump ha alterado el tablero geopolítico mundial. Sus últimas decisiones y acciones son un claro ejemplo de cómo enfocará su administración los próximos cuatro años: Estados Unidos primero. Así lo empiezan a recoger los medios de comunicación nacionales, que hablan de que «las relaciones de Estados Unidos con Europa no volverán a ser las mismas tras la llamada de Trump a Putin, publicaba ayer la versión digital de la cadena CNN.
Trump nunca ha escondido que Europa es un destino que queda lejos. «Tenemos una cosita llamada océano de por medio», ha remarcó el presidente norteamericano en más de una ocasión, y en su campaña electoral insinuó que no podría defender a los miembros de la OTAN que no hayan invertido suficiente en defensa. Por eso esta semana, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha viajado a Europa y ha formalizado la petición de un 5% de gasto del PIB de los miembros de la Alianza Atlántica en Defensa. «Estados Unidos ya no tolerará una relación desequilibrada que fomente la dependencia», advirtió el nuevo jefe del Pentágono.
Las generaciones políticas estadounidenses que entendían la importancia de contar con un líder aliado en Europa ya no están en el Gobierno, son demasiado mayores, y a Trump parece costarle entender una alianza transatlántica con unas bases que quedaron ancladas en el siglo XIX, donde la seguridad de parte de Europa sigue estando en manos de Estados Unidos, a miles de kilómetros de distancia. Así que el republicano está aplicando medidas a diestro y siniestro en función de lo que ve, y de cómo le permite entender la realidad global su visión de última generación de «Baby Boomer».
La Franja de Gaza «necesita una limpieza», ha clamado, porque «es un desastre», y para eso pretende que los países vecinos acojan a millones de palestinos que serán forzados a abandonar sus hogares. Allí su plan pasa por convertir esa zona en un destino turístico, la «Riviera del Oriente Medio». A nivel económico, se acabó el apoyo internacional de EE UU, porque quiere desmantelar el USAID, que provee millones y millones de ayudas a países con bajos recursos y graves problemas, como África. Se acaba el dinero, pero ojo, también se debilita su influencia y presencia en estos países.
Para Ucrania, los planes son otros. EE UU ha seguido, de momento, enviando ayuda militar, pero Trump está pidiendo algo a cambio, que pasa por explotar los buscados minerales de tierras raras, muy abundantes en la exrepública soviética. Además, Trump ha mantenido una llamada telefónica con la otra parte del conflicto sin invitar al Volodimir Zelenski a las conversaciones iniciales. Todo mientras Hegseth insinuaba en Bruselas algunas de las bases de ese futuro acuerdo para acabar con el conflicto. «EE UU no cree que la membresía de Ucrania a la OTAN sea un resultado realista para un acuerdo negociado», dijo Hegseth, que además confirmó que «no habrá tropas» de su país desplegadas en Ucrania para frenar la invasión de Rusia, y que volver a las fronteras que Ucrania tenía en 2014, antes de la invasión de la península de Crimea, «es un objetivo poco realista».
Ahora más que nunca empiezan a aflorar los diferentes enfoques culturales, sociales e idealistas que existen entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Durante una entrevista en televisión, el secretario de Estado, Marco Rubio, lo planteó de una manera muy clara asegurando que cuando les preguntas a las grandes potencias europeas que por qué no invierten más dinero en Defensa, «su argumento es que eso requeriría que hiciéramos recortes en los programas de bienestar, en las prestaciones por desempleo, en poder jubilarse a los 59 años, y otras cosas», detalló Rubio. «Esa es una elección que hicieron ellos, pero ¿vamos a tener que subvencionar eso nosotros?», se pregunta. Para Rubio, que vive en un país donde la mayoría de los servicios básicos, como la sanidad, son privados, parece complicado entender un sistema basado en ayudas públicas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar