Estreno
Influencers: cuando tu vida es de todos
Prime Video acaba de estrenar "Influencers: sobrevivir a las redes", docuserie de cuatro episodios sobre la vida de los creadores de contenidos digitales
Tiene que ser lo más parecido a una experiencia extracorpórea. Acostarte siendo casi anónimo y despertarte con miles de seguidores en las redes sociales sin ninguna razón aparente, pero que obedecen a que los contenidos que creas para internet, gustan. Hace unos años, los «influencers», o personas que con miles o millones de «fans» marcan tendencia, eran casi marginales, mientras escuchaban cómo les preguntaban si lo suyo era un trabajo de verdad. Llegó la pandemia y tener un teléfono móvil o una cámara web convirtió a millones de personas en creadores de contenido que otro tanto número de personas veía a diario para paliar la soledad y la incomunicación personal. Ahora, con la criba de la vuelta a la normalidad vemos cómo lo que antes parecía un hobby se ha transformado en una industria que mueve millones de euros en eventos y representación de marcas. «Influencers: sobrevivir a las redes» es una docuserie que acaba de estrenar Prime Video y que intenta desgranar en cuatro capítulos el fenómeno con sus luces y sombras.
Depresión
A este lado del móvil vemos a jóvenes que hacen viajes a destinos paradisíacos, premieres y alfombras rojas, fiestas exclusivas, con millones de personas pendientes de lo que hacen, lo que dicen, cómo visten y qué productos utilizan. En apariencia, los llamados «influencers» viven una vida que muchos consideran envidiable, pero que esconde trabajo, sacrificio y, como no, odios, ya que con ellos nacieron los «haters». La docuserie cuenta con Luc Loren (@Lucloren), como maestro de ceremonias y acompaña y entrevista a los influencers españoles Lucía Bellido, Marina Rivers , Esty Quesada , Samantha Hudson, Carolina Iglesias, Abril Cols, Dani Marrero, Ismael Prego, Mayichi, Rocío Osorno, Mery Turiel, Marta Lozano, Alex Sinos, Claudia García, Andrea Palazón, Paula Moya, Anabel Lorente, Hamza Zaidi, Lalachus, Señor Cheeto, Tamara GR , Telmo Trenado, Noemí Casquet, Hurona Rolera y Berryuca. Los cuatro episodios están divididos en temáticas vía hashtag para radiografiar otros tantos aspectos del trabajo y la vida de los creadores de contenido en plataformas como Twitter, Instagram, Tiktok o Twitch. En #eltrabajodemivida, conoceremos un poco del pasado e inicios de muchos de ellos, y cómo ha cambiado el escenario desde hace más de 10 años, cuando los contenidos no estaban tan cuidados y había hasta salvajadas subidas a las redes. #amoryodio centra su atención en los seguidores que admiran a sus referentes convertidos en ídolos, y aquellos que traspasan todos los límites con insultos, reprobaciones e incluso acoso. Sin duda es una de las partes más interesantes porque redimensiona aquello que los más jóvenes anhelan sin darse cuenta de lo que supone tanta #exposición, el título del tercer episodio. En él comprobamos la amplitud del círculo al que afecta cualquier decisión tomada por lo protagonistas. El último, #detrásdelapantalla, ahonda en la necesidad de que los creadores de contenido se reinventen a pesar de su odiado algoritmo.
Veremos el día a día de estos «influencers» y los espectadores les acompañarán a algunas de sus citas profesionales y personales, como el Festival Desalia en Punta Cana, la gala de los Premios About You en Milán, una pool party organizada por la modelo Jessica Goicoechea, la boda de la propia Marta Lozano o la operación de aumento de pecho de Lucía Bellido. Luc Loren, que vive en sus propias carnes este mundo, sonsaca con efectividad las luces y sombras de esta industria que es mucho más descarnada de lo que luego puede verse en las pantallas de los teléfonos móviles. Es curioso hasta qué profundidad puede llegar la miseria que tienen que soportar y son ellos mismos los encargados de quitarle el glamour a la profesión. Las palabras depresión y suicidio quizá son las más repetidas en la serie, y con razón. Esa cara B de los influencers debería ser más conocida y no solo cuando sale en los periódicos. Y ese es el poso que deja la serie, que salva por completo el último episodio a modo de epitafio sobre el futuro de esta industria que ya mueve 60 millones de euros. Grandes enseñanzas en los extremos de Samantha Hudson y Esty Quesada. Aprendizajes: el personaje es necesario y no hay por qué ser dos, y «es bueno consumir contenido, pero no que el contenido te consuma a ti».
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