Bilbao
Título de prueba en un artículo a las 6.12 del 20 de junio de 2017
este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017. este es el texto de prueba en un artículo hecho con la versión 7.0 despues de haber cambiado, a las 6.14 del 20 de junio de 2017.
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La resolución del Banco Popular ha sido un éxito. Ése ha sido el mensaje unívoco por parte de Bruselas y Fráncfort durante las últimas semanas y a ese mantra se aferró ayer la presidenta de la Junta de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Daniel Nouy, el organismo encargado de redactar el acta de defunción del banco y abrir la veda a la puja por parte del Banco Santander. Pero este relato tiene algunos peros, tal y como quedó ejemplificado en las preguntas a las que se vio sometida Nouy por parte de eurodiputados de todos los países y colores políticos durante su comparecencia en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara.
Para Nouy, el grueso de los errores cometidos corresponden a los directivos de la entidad y los organismos supervisores europeos no tenían margen de maniobra. «A veces un banco tiene que desaparecer porque la directiva no ha tomado las decisiones correctas cuando debía hacerlo», explicó la economista frances, después de asegurar que la liquidación ordenada de la entidad «en esta categoría de decisiones dolorosas y tristes, fue un éxito»,
A pesar de esto, Nouy reconoció que los supervisores europeos eran conscientes de que la entidad atravesaba problemas, pero según se desprende de su relato, no fueron capaces de valorar su gravedad. La entidad sólo suspendió el examen de los test de estrés realizado por el analista privado Olyver Wyman en 2012 –lo que llevó a una ampliación de capital–y aprobó las pruebas del año 2016 confeccionadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA). A pesar de esto, Nouy recuerda que «la disminución de capital era bastante fuerte» pero esto no encendió las alarmas ya que en el caso de España «era razonable pensar que lo peor había quedado atrás», en referencia al estallido de la burbuja inmobiliaria y la posterior recuperación económica. Pero la realidad ha resultado ser peor que los escenarios previstos por la Autoridad Bancaria Europea. A ese respecto, Nouy recordó que la Junta de Supervisión que ella dirige no tiene potestad para elaborar estos modelos.
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